Recuerdo a un profesor universitario que en una de sus cátedras comento como se repiten los sucesos históricos cada determinado tiempo, lo que denominó la historia de las “S”. Y en efecto, después de ver la historia que se difunde por VIX, a cargo de N+ Noticias por la realización de “El Show” donde realizan la crónica periodísticamente sobre el asesinato del conductor Francisco Stanley y el proceso legal sobre las detenciones, testigos, audiencias y escuchar el testimonio de los principales involucrados, nos deja algo muy claro: la procuración de justicia en México no ha variado.
Después de las investigaciones y el proceso ante las autoridades del poder judicial, resulta que al final del día, los presuntos culpables resultan inocentes y con el clásico usted disculpe -que no siempre ocurre- salen de la cárcel para rehacer su vida, con el alto riesgo de no poder encontrar trabajo, por haber estado aprehendido.
Pero también nos muestra como el gobierno del entonces Distrito Federal cuestiona la cobertura noticiosa del asesinato del conductor, mostrando su descontento por los cuestionamientos. Hoy en día, ni se sabe si existió un autor intelectual y quiénes fueron los autores materiales (asesinos) y porqué motivos mataron a Francisco Stanley.
Qué ocurre veintitrés años después, el periodista Ciro Gómez Leyva, sufre un atentado fuera de su domicilio, que afortunadamente no le quito la vida, pero han transcurrido seis meses de dicho suceso y si bien la procuraduría de la CDMX ha detenido a más de una decena de presuntos implicados, sigue insistiendo que requiere más tiempo para seguir investigando.
Hace unos días, un Juez ha exigido a la Fiscalía de Ciudad de México que presente las acusaciones a los presuntos implicados en un máximo de 15 días, porque ha rechazado ampliar el margen de la investigación complementaria en dos meses más, como pedía el ministerio público de la capital, lo que ha causado molestia y dicha institución pública ha señalado que impugnara.
Pero al igual que en el caso de Francisco Stanley, las autoridades federales y locales, han expresado su inconformidad por lo difundido por la prensa la que consideran sensacionalista y busca dejar mal parado al gobierno en turno, pero no para ahí, recordemos que llegaron a manejar la hipótesis que pudo haber sido un autoatentado.
La coincidencia: seis meses después del atentado no se conoce al autor intelectual ni cual fue la causa o motivo para atentar contra la vida del periodista.
Y en efecto, la historia de las “S” nos muestra como las sucesos suelen repetirse con el paso del tiempo, con diferentes autores, pero con el mismo resultado: ineficacia y falta de pericia en las autoridades de procuración de justicia, montan un espectáculo pero que al final nadie aplauda o reconozca, al contrario, es totalmente cuestionable y lamentable el que critiquen que la prensa informe; por eso, el periodismo tiene memoria y esa no la pueden borrar.