/ miércoles 6 de marzo de 2024

Construyendo ciudades para un mejor futuro

Hace unos días, tuve la oportunidad de inaugurar el Segundo Foro de Desarrollo Urbano, Ordenamiento Territorial y Vivienda, realizado en el Senado de la República. Durante el discurso inaugural, abordé algunas ideas que el día de hoy quiero compartirles.

En una época en la que la complejidad de nuestras ciudades exige una visión más allá de la construcción de calles y puentes, se hace imperante reflexionar sobre el papel de los ingenieros en el desarrollo urbano. Como presidente municipal que fui, y desde la perspectiva de un ingeniero (aunque soy mecánico eléctrico), he experimentado la visión ejecutiva que a menudo se enfoca en la culminación de proyectos físicos, olvidando las necesidades más profundas de la población.

La labor de los ingenieros en el diseño y planificación de nuestras ciudades va más allá de la mera construcción de infraestructura. No basta con hacer obras y pavimentar calles, debemos pensar en temas mucho más complejos que nos permitan entregar mejores obras, obras que realmente satisfagan las necesidades de las comunidades: la densidad de población, el desarrollo urbano sostenible, las vías de comunicación, las áreas verdes y otros aspectos que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.

En ocasiones, desde el escritorio y con presupuesto en mano, caemos en la trampa de considerar que cumplimos con nuestra responsabilidad al concluir obras millonarias y nos olvidamos que lo que hoy construyamos, impactará de manera irremediable en los espacios y recursos de los que todos gozaremos el día de mañana.

Un ejemplo palpable es la gestión del agua, es un problema al que nos estamos enfrentando y que nos afecta de manera grave. En décadas pasadas, se realizaron perforaciones masivas de pozos sin considerar la capacidad de recarga del acuífero, resultando en una crisis actual de abastecimiento de agua en algunas zonas metropolitanas. En ese sentido, la responsabilidad de los ingenieros no se limita a ejecutar obras, sino también a velar por la disponibilidad y gestión adecuada de los recursos naturales.

La modificación de la ley para requerir sistemas de captación de lluvia en edificaciones de cinco pisos o más es un paso positivo en la dirección correcta. Esta medida no sólo busca mitigar problemas actuales, sino que también demuestra la necesidad de adaptarnos y anticiparnos a los desafíos del futuro.

Para abordar estos desafíos, es esencial brindar espacios de capacitación continua a los ingenieros encargados de planificar nuestras ciudades. No sólo necesitan conocimientos técnicos, sino también una comprensión profunda de las necesidades de la población y la capacidad de anticipar los retos futuros.

Por eso, invito a todos los ingenieros a asumir un papel protagónico en la construcción de nuestras ciudades. El desarrollo urbano ya no se trata sólo de construir infraestructura, es un proceso complejo que requiere visión, responsabilidad y compromiso con las generaciones futuras. En estos foros, donde se comparten experiencias y conocimientos, encontramos la oportunidad de aprender de casos exitosos en otros países y adaptar esas lecciones a nuestra realidad.

Hoy, más que nunca, necesitamos ingenieros urbanos que no solo sean expertos en la construcción de puentes, calles y grandes edificios, sino también en la creación de comunidades sostenibles, equitativas y resilientes. Juntos, podemos ser forjadores del futuro de nuestras ciudades, garantizando que cada obra realizada contribuya al bienestar de todos los ciudadanos.

Somos millones quienes creemos que México es enorme. Soy Erandi Bermúdez y les escribo desde Guanajuato, nuestro Guanajuato Ganador.



Senador de la República

@ErandiBermudez


Hace unos días, tuve la oportunidad de inaugurar el Segundo Foro de Desarrollo Urbano, Ordenamiento Territorial y Vivienda, realizado en el Senado de la República. Durante el discurso inaugural, abordé algunas ideas que el día de hoy quiero compartirles.

En una época en la que la complejidad de nuestras ciudades exige una visión más allá de la construcción de calles y puentes, se hace imperante reflexionar sobre el papel de los ingenieros en el desarrollo urbano. Como presidente municipal que fui, y desde la perspectiva de un ingeniero (aunque soy mecánico eléctrico), he experimentado la visión ejecutiva que a menudo se enfoca en la culminación de proyectos físicos, olvidando las necesidades más profundas de la población.

La labor de los ingenieros en el diseño y planificación de nuestras ciudades va más allá de la mera construcción de infraestructura. No basta con hacer obras y pavimentar calles, debemos pensar en temas mucho más complejos que nos permitan entregar mejores obras, obras que realmente satisfagan las necesidades de las comunidades: la densidad de población, el desarrollo urbano sostenible, las vías de comunicación, las áreas verdes y otros aspectos que impactan directamente en la calidad de vida de los ciudadanos.

En ocasiones, desde el escritorio y con presupuesto en mano, caemos en la trampa de considerar que cumplimos con nuestra responsabilidad al concluir obras millonarias y nos olvidamos que lo que hoy construyamos, impactará de manera irremediable en los espacios y recursos de los que todos gozaremos el día de mañana.

Un ejemplo palpable es la gestión del agua, es un problema al que nos estamos enfrentando y que nos afecta de manera grave. En décadas pasadas, se realizaron perforaciones masivas de pozos sin considerar la capacidad de recarga del acuífero, resultando en una crisis actual de abastecimiento de agua en algunas zonas metropolitanas. En ese sentido, la responsabilidad de los ingenieros no se limita a ejecutar obras, sino también a velar por la disponibilidad y gestión adecuada de los recursos naturales.

La modificación de la ley para requerir sistemas de captación de lluvia en edificaciones de cinco pisos o más es un paso positivo en la dirección correcta. Esta medida no sólo busca mitigar problemas actuales, sino que también demuestra la necesidad de adaptarnos y anticiparnos a los desafíos del futuro.

Para abordar estos desafíos, es esencial brindar espacios de capacitación continua a los ingenieros encargados de planificar nuestras ciudades. No sólo necesitan conocimientos técnicos, sino también una comprensión profunda de las necesidades de la población y la capacidad de anticipar los retos futuros.

Por eso, invito a todos los ingenieros a asumir un papel protagónico en la construcción de nuestras ciudades. El desarrollo urbano ya no se trata sólo de construir infraestructura, es un proceso complejo que requiere visión, responsabilidad y compromiso con las generaciones futuras. En estos foros, donde se comparten experiencias y conocimientos, encontramos la oportunidad de aprender de casos exitosos en otros países y adaptar esas lecciones a nuestra realidad.

Hoy, más que nunca, necesitamos ingenieros urbanos que no solo sean expertos en la construcción de puentes, calles y grandes edificios, sino también en la creación de comunidades sostenibles, equitativas y resilientes. Juntos, podemos ser forjadores del futuro de nuestras ciudades, garantizando que cada obra realizada contribuya al bienestar de todos los ciudadanos.

Somos millones quienes creemos que México es enorme. Soy Erandi Bermúdez y les escribo desde Guanajuato, nuestro Guanajuato Ganador.



Senador de la República

@ErandiBermudez