Es bien sabido que en México, el entorno para hacer negocios para las empresas es complicado, esto se debe a la sobrerregulación que existe para las mismas. Se debe cumplir con el SAT, con el IMSS, con Infonavit, con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, con Protección Civil, con el Gobierno Municipal, tener licencias de operación, pagar el Impuesto Sobre la Nómina, cumplir con Profeco (Odeco), entre otras. Ahora, si el 99.8 % de las empresas son Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), eso equivale a que se deben tener personas asignadas al cumplimiento de las múltiples obligaciones; si bien para una empresa con más de 100 empleados no genera mayor problema, sí lo hace para una Pyme.
Existe un índice internacional llamado “Doing Business”, creado por el Banco Mundial, para medir, precisamente, el nivel de facilidad o complicación para crear una empresa o hacer negocios en determinados países. Pero vayamos al origen de dónde surge el Banco Mundial.
El Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial son dos grandes agentes económicos creados después de la Segunda Guerra Mundial, para desarrollar marcos de cooperación para consolidar una economía mundial prospera y estable.
El Banco Mundial analiza las diferentes economías para conocer cuál es su estado en función de la facilidad o complejidad para hacer negocios, evalúa diversos parámetros y, en función de eso, emite una valoración, en la cual nuestro país obtuvo el lugar 60 de 190 economías (el índice se ha dejado de publicar indefinidamente), pero más allá de este estudio, sabemos que en México iniciar y mantener un negocio es complejo por el nivel de regulación.
En el mismo sentido y con datos de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que es un organismo internacional que diseña mejores políticas que generen prosperidad, igualdad y las oportunidades y bienestar para todas las personas, se elabora otro índice que tiene en cuenta distintos datos y que busca identificar los “infiernos fiscales” caracterizados por una voracidad fiscal alta, presión tributaria, inflacionaria y de deuda (entre otros) y para sorpresa de nadie, México también se encuentra en el llamado “Lote Infernal”, que lo componen Bielorrusia, Venezuela, Argentina, Rusia, Ucrania, Nicaragua, Bolivia, Bosnia y Herzegovina, Haití, Honduras, y Surinam.
Pero, por otro lado, México es la economía número 15 por volumen a nivel mundial, eso es mucho decir, entonces, si intentáramos reducir la sobrerregulación y calmar la voracidad fiscal del gobierno, la economía de nuestro país detonaría y además crecería rápidamente, pero aquí entra otro factor: la corrupción.
Existe otro índice (sí, otro), el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC), en el cual México sale evaluado con 31 puntos de 100 posibles (que es la mejor calificación), lo que nos sitúa como el país peor evaluado entre los que integran la OCDE y el segundo peor evaluado del G20 (que es el grupo de los países más poderosos del mundo y que representan el 85% de la economía mundial).
Como se puede analizar, tenemos muchos elementos que mejorar para lograr tener más y mejores empresas, pero parece que estamos más preocupados en cobrar impuestos y regular empresas que en generar riqueza y bienestar.
Presidente de Coparmex Irapuato-Salamanca
@matusdaniel