Las profundas mutaciones resultantes de esta cuarta revolución que esta viviendo México, tanto industrial, económica, social y política, afectan a todos y el futuro es enteramente imprevisible. Me detengo a pensar por un momento en el mundo en el que más de 700 profesiones han desaparecido en los últimos cuatro años y no se prevé que surjan otras en la proporción necesaria a reemplazar aquellas que están diciendo adiós. Me detengo a pensar también en la profunda división social que enfrenta no solo mi país, sino el mundo entero que cada vez parece menos tolerante al ser humano y correctamente tolerante a la diversidad de la que se nos exige acostumbrarnos.
¿Cómo preparar entonces a las nuevas generaciones para lo inesperado? La mayor inversión que debemos hacer en relación a la infancia y a la juventud es el prepararles para lo inesperado, para la sorpresa. La única certeza que la humanidad puede jactarse de apreciar es la absoluta incertidumbre que trae consigo el mañana. Aquellos que no se den cuenta de esto, se convertirán paulatinamente en islas desechables y el rumbo de las cosas continuará sin su participación.
Hasta el momento, la educación se había resumido en la transmisión de conocimiento, en recibir aquello que era ofertado e impartido por los tenedores del saber. Solo que las tecnologías de información y comunicación convirtieron el acervo de saberes enteramente disponible. Basta tener un móvil o una computadora para tener acceso de un contenido infinito de datos.
En México como en el mundo enfrentamos actualmente un severo problema de inflación y esa inflación también ha alcanzado a las informaciones a disposición, un crecimiento permanente que aterroriza a cualquiera que se atreve a elegir aquello que merece ser bienvenido. Tantas cosas inútiles vagando por las redes, llamando la atención, haciendo perder el tiempo a la juventud y al consumidor
Mas allá de alarmarnos, tenemos que prepararnos y ocuparnos por lo que realmente importa. Debemos, sin lugar a dudas, comenzar a abrazar esta nueva realidad en la que hoy nos toca vivir, no hay de otra.
En educación, comenzar a buscar la manera de integrar al Influencer y YouTuber para que con su impacto y eficiencia en la comunicación comiencen a transmitir lo que debe interesar a las nuevas generaciones, que van a necesitar de mucho ingenio, creatividad y capacidad de innovación para reparar el pais que dejamos para ellos.
Un pais que presentará en el futuro inmediato nuevos retos, cambios y también nuevas oportunidades. Varios de esos cambios fueron atendidos y numerados en la conferencia de prensa de hace unos días entre el actual presidente Andres Manuel López Obrador y la presidenta electa Claudia Sheinbaum, donde anuncio que va promover una serie de reformas, entre ellas la reforma judicial, que espera pueda concretarse y tener un impacto en otras reformas previamente propuestas por López Obrador como son la energética y laboral.
Ojalá que entre tanta reforma que se busca, tengan en la agenda próxima la de realizar una mas urgente a tantas reestructuraciones que sin duda son necesarias, la de realizar la reforma del Estado. Reducir el tamaño de esta ineficiente y costosa maquinaria es verdaderamente necesaria para que la nación pueda recuperar décadas perdidas.
Asignatura obligada también para próximos gobiernos y actuales el comenzar de una vez por todas a invertir en investigación. Atrevernos a evolucionar y dejar el fetiche de las clases magistrales con niños y jóvenes encerrados en filas y fomentar el desarrollo de habilidades socio emocional, ademas de incentivar la búsqueda de soluciones a problemas aparentemente insolubles.
Ya sea que hayamos concebido el presente actual de nuestro pais como un combo de crisis o un combo de oportunidades, lo que necesitamos como ciudadanos es un combo de creatividad y de osadía para comenzar a recuperar todo aquello que descuidamos. Sin una reinvención de nuestra conciencia individual y social, para comenzar a hacernos responsables de los excesos que nuestra inercia ha permitido, no habrá futuro favorable que valga para México, seguiremos navegando en este oscurantismo de creer que un solo hombre, mujer o partido político es capaz de llegar a cambiar el rumbo entero de nuestras vidas y pais. Es hora de despertar, de ser sabios y de actuar.
¿Qué nos espera mañana? Con suerte la oportunidad de despertar, levantarnos, salir a trabajar y buscar crear un impacto que perdure entre los nuestros y el prójimo. ¡Hasta la próxima!
Analista empresarial y director regional de Logística y Relaciones Comerciales de Palos Garza
miguel.rivera@palosgarza.com