En el Foro Go, realizado por la Coordinadora de Fomento al Comercio Exterior (Cofoce) en 2022 en el estado de Guanajuato, se explicó la necesidad de reducir la forma en que venimos utilizando los recursos del planeta. Se planteó a detalle lo que es una economía lineal, es decir, extraer, transformar, utilizar y desechar, un modelo que utilizamos todos los días. Pongo un ejemplo: cuando pedimos comida a través de un delivery (servicio de entrega de comida a domicilio), llega en una bolsa de cartón o de plástico, en recipientes de plástico de un solo uso (es decir, que no se reciclan), con cubiertos de plástico y con excedentes de condimentos y servilletas, todo eso es utilizado una sola vez (en el mejor de los casos) y es desechado. Lo mismo sucede en la mayoría de los consumos; la comida que compramos en el súper, las botellas de agua o refresco, la ropa, etcétera, esto es un modelo de consumo normal hoy en día, pero de seguir así para el 2050 necesitaremos tres planetas Tierra para cumplir con los requerimientos de materia prima, al volumen de consumo actual.
Aunado a lo anterior, el consumo incremental de materias primas de origen natural está generando un aumento en la temperatura del planeta, esto es considerado como “Calentamiento Global”, que es un concepto muy escuchado en el día a día, pero que ya no genera un impacto en la forma en que tomamos decisiones sobre nuestro consumo o la forma en que compramos, pero, de no hacer algo al respecto, nos acercaremos al incremento límite de 1.5 grados a nivel global, lo que generaría un cambio irreversible en el planeta.
En México existe una Ley General de Economía Circular, que tiene por objeto promover la eficiencia en el uso de los productos, servicios, materiales, energía, agua, materias primas secundarias, subproductos, a través de la producción limpia, la reutilización, el reciclaje y el rediseño o cualquier criterio de economía circular, así como la valorización energética para cumplir con las políticas de cero residuos.
“Asimismo, busca estimular el desarrollo económico a través de la promoción de acciones que permitan a las actividades económicas cumplir con los principios de economía circular. En síntesis, esta Ley pretende contrarrestar la generación excesiva de residuos y promover el reciclaje, rediseño y reutilización de estos, así como facilitar el desarrollo tecnológico y promover la sustentabilidad” (PWC, 2023).
El objeto está bien planteado, pero la realidad es que la ley aún no está vigente, pero lo más importante no es la vigencia, es la alineación de las políticas, usos y costumbres de las empresas a este tipo de prácticas de implementación necesaria para contrarrestar el cambio climático.
De primera mano he participado en ferias ecológicas, foros verdes, sustentables y un sinfín de exposiciones que se presentan como la solución para el deterioro ecológico. En éstos, al momento de cuestionar a las grandes empresas, las empresas tractoras (como eran antes definidas por Nafinsa), sobre su interés e intención de comprar productos recuperados de empaque terciario (con certificado de inocuidad) y otro tipo de empaques, su mayor interés es el precio, no el impacto ecológico, sus políticas de compra no están alineadas a sus políticas de sustentabilidad.
Lo mismo sucede en nuestras empresas, estamos buscando que los demás tengan el compromiso que deberíamos asumir nosotros en el impacto ecológico al planeta.
La invitación es a crear conciencia y a desarrollar políticas que favorezcan el medio ambiente, que pueden ir desde compartir un auto para llegar a la oficina, hasta el desarrollo de productos sustentables y así crear más y mejores empresas.
Presidente de Coparmex Irapuato-Salamanca
@matusdaniel