/ lunes 3 de junio de 2024

¿Qué sigue después de la elección?

Guanajuato ya eligió y lo hizo, como en ocasiones anteriores, en medio de un ambiente democrático, aunque fueron los propios partidos políticos y contendientes quienes buscaban enrarecer el proceso. En algunos casos ya hay ganadores y en otros hay tendencias que marcan delanteras. ¿Y qué sigue ahora?

Lo que realmente debería importar a la ciudadanía es ver cómo las y los virtuales ganadores comenzarán con la construcción de un proyecto de unidad, pues el encono se agudizó durante las campañas, más por los discursos de división y hasta de odio que las y los candidatos enarbolaron, que porque realmente la sociedad mexicana viva una real división. Es momento de que quienes lograron sus triunfos virtuales manden señales de que serán verdaderas personas estadistas y convoquen para consolidar un proyecto de unidad, en donde incluso puedan aglutinarse aquellas ideas que fueron expresadas por sus contrincantes y que realmente valen la pena aprovechar, si lo que realmente se busca es el bien común. Atrás debe quedar la división, ahora debe prevalecer el momento de la construcción, el momento de la unión, el momento de la común unidad. Suena utópico, pero complicado no es. Para allá debería transitarse como sociedad.

¿Nueva alianza de gobernadores?

Con la reconfiguración que está viviendo el país por la nueva elección, la geografía política y los colores de algunos estados cambiaron, por lo cual ha vuelto a renacer la idea de conformar una alianza de gobernadores que puedan ser contrapeso al siguiente gobierno federal, como en su momento se erigió la Alianza Federalista.

La idea es buena, pues en su momento hubo buenas propuestas que incluso hicieron al presidente Andrés Manuel López Obrador recular en algunas decisiones, como evitar el recorte presupuestal a programas destinados para combatir la violencia de género. Algunas voces, como la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, han señalado que sería una buena opción de contrapesos retomar una alianza de gobernadores que no sean de Morena, sobre todo para unir presupuestos y construir proyectos regionales, para seguir haciendo frente a los recortes de recursos federales que vienen arrastrando desde 2019; incluso, dichas alianzas servirían para diseñar políticas regionales de seguridad, en lo que se conforma una estrategia nacional sobre el tema, para así hacer frente a la delincuencia que empañó las elecciones, consideradas las más violentas en la historia reciente del país.

Repensar las campañas

Las campañas que culminaron el 29 de mayo tal vez fueron las más insípidas de las últimas elecciones. Pocos fueron los mensajes que realmente conectaron y en lo estatal quien marcó la pauta fue Libia Dennise García Muñoz Ledo, la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato. Desde el día uno de su campaña tomó la delantera, anunció que ni Carlos Zamarripa Aguirre ni Alvar Cabeza de Vaca Appendini seguirán, si ganaba, en el gobierno del estado, tanto en la Fiscalía General como en la Secretaría de Seguridad Pública, respectivamente. Sus dos contrincantes no pudieron contra eso y sus equipos demostraron cero capacidades de reacción. No tuvieron argumentos para atacarla por ningún frente. Intentaron en vano decir que cuando fue diputada, Libia García votó a favor de que Zamarripa permaneciera como Fiscal General del Estado, a lo que ella misma respondió que se trató de un voto de confianza en ese momento, pero que su decisión estaba tomada: no continuaría, si los votos le favorecían.

Entonces, las campañas tuvieron que transitar hacia la guerra sucia, con intentos burdos y hasta infantiles, como la creación de videos malhechos con inteligencia artificial en donde se oía a una voz similar a la de Libia García explicar a Zamarripa el porqué había tomado la decisión de no considerarlo si ganaba, hasta otro en donde se oye una voz similar a la de Claudia Sheinbaum decirle a Alma Alcaraz que Guanajuato estaba perdido. Cero creatividad y cero capacidad para sorprender a un público que a diario consume contenido digital y quienes los elaboraron exhibieron que no sirve para eso, que a lo mejor su vocación está en otra cosa, pero no en colocar contenidos creíbles o que parezcan creíbles en redes sociales.

Juventud olvidada

También, lo que los partidos políticos y los eventuales ganadores de la contienda electoral deberían estar haciendo desde ya es comenzar a conectar con sectores que olvidaron en la campaña, como las juventudes, quienes reclamaron, otra vez, la falta de espacios para ellos.

Los nombres de quienes resultaron ganadores en esta elección para muchos son conocidos y es por la misma situación, porque se apostó por las mismas personas, los mismos perfiles de siempre y se olvidaron de crear nuevos cuadros que deberán estar listos para cuando el relevo generacional obligue a ello y que parece ser que está más cerca de lo que se piensa.

Morena, saldo a favor

Sea cual sea el resultado, Morena puede presumir que en Guanajuato ha crecido su voto duro y que si el panismo quiere seguir gobernando en 2027 y en 2030 deberá fortalecer su estructura, porque en algunos municipios cerró la brecha y podrían venirse sorpresas en las próximas elecciones.

El PAN en Guanajuato deberá hacer un trabajo más de base, más social, como en sus orígenes, si quiere seguir conectando con la sociedad, pues en algunos lugares hay desencanto. El reto no es difícil, sólo bastaría que los liderazgos panistas en algunos municipios salieran de sus oficinas, se bajaran de sus pedestales e hicieran el trabajo de campo, porque si obtuvieron triunfos no fue por su labor, fue porque muchas personas aplicaron el más vale malo por conocido que bueno por conocer, pero en tres y seis años ese refrán se les puede revertir. Al tiempo.


@lolo_reportero

Guanajuato ya eligió y lo hizo, como en ocasiones anteriores, en medio de un ambiente democrático, aunque fueron los propios partidos políticos y contendientes quienes buscaban enrarecer el proceso. En algunos casos ya hay ganadores y en otros hay tendencias que marcan delanteras. ¿Y qué sigue ahora?

Lo que realmente debería importar a la ciudadanía es ver cómo las y los virtuales ganadores comenzarán con la construcción de un proyecto de unidad, pues el encono se agudizó durante las campañas, más por los discursos de división y hasta de odio que las y los candidatos enarbolaron, que porque realmente la sociedad mexicana viva una real división. Es momento de que quienes lograron sus triunfos virtuales manden señales de que serán verdaderas personas estadistas y convoquen para consolidar un proyecto de unidad, en donde incluso puedan aglutinarse aquellas ideas que fueron expresadas por sus contrincantes y que realmente valen la pena aprovechar, si lo que realmente se busca es el bien común. Atrás debe quedar la división, ahora debe prevalecer el momento de la construcción, el momento de la unión, el momento de la común unidad. Suena utópico, pero complicado no es. Para allá debería transitarse como sociedad.

¿Nueva alianza de gobernadores?

Con la reconfiguración que está viviendo el país por la nueva elección, la geografía política y los colores de algunos estados cambiaron, por lo cual ha vuelto a renacer la idea de conformar una alianza de gobernadores que puedan ser contrapeso al siguiente gobierno federal, como en su momento se erigió la Alianza Federalista.

La idea es buena, pues en su momento hubo buenas propuestas que incluso hicieron al presidente Andrés Manuel López Obrador recular en algunas decisiones, como evitar el recorte presupuestal a programas destinados para combatir la violencia de género. Algunas voces, como la gobernadora de Chihuahua, Maru Campos, han señalado que sería una buena opción de contrapesos retomar una alianza de gobernadores que no sean de Morena, sobre todo para unir presupuestos y construir proyectos regionales, para seguir haciendo frente a los recortes de recursos federales que vienen arrastrando desde 2019; incluso, dichas alianzas servirían para diseñar políticas regionales de seguridad, en lo que se conforma una estrategia nacional sobre el tema, para así hacer frente a la delincuencia que empañó las elecciones, consideradas las más violentas en la historia reciente del país.

Repensar las campañas

Las campañas que culminaron el 29 de mayo tal vez fueron las más insípidas de las últimas elecciones. Pocos fueron los mensajes que realmente conectaron y en lo estatal quien marcó la pauta fue Libia Dennise García Muñoz Ledo, la abanderada de la coalición Fuerza y Corazón por Guanajuato. Desde el día uno de su campaña tomó la delantera, anunció que ni Carlos Zamarripa Aguirre ni Alvar Cabeza de Vaca Appendini seguirán, si ganaba, en el gobierno del estado, tanto en la Fiscalía General como en la Secretaría de Seguridad Pública, respectivamente. Sus dos contrincantes no pudieron contra eso y sus equipos demostraron cero capacidades de reacción. No tuvieron argumentos para atacarla por ningún frente. Intentaron en vano decir que cuando fue diputada, Libia García votó a favor de que Zamarripa permaneciera como Fiscal General del Estado, a lo que ella misma respondió que se trató de un voto de confianza en ese momento, pero que su decisión estaba tomada: no continuaría, si los votos le favorecían.

Entonces, las campañas tuvieron que transitar hacia la guerra sucia, con intentos burdos y hasta infantiles, como la creación de videos malhechos con inteligencia artificial en donde se oía a una voz similar a la de Libia García explicar a Zamarripa el porqué había tomado la decisión de no considerarlo si ganaba, hasta otro en donde se oye una voz similar a la de Claudia Sheinbaum decirle a Alma Alcaraz que Guanajuato estaba perdido. Cero creatividad y cero capacidad para sorprender a un público que a diario consume contenido digital y quienes los elaboraron exhibieron que no sirve para eso, que a lo mejor su vocación está en otra cosa, pero no en colocar contenidos creíbles o que parezcan creíbles en redes sociales.

Juventud olvidada

También, lo que los partidos políticos y los eventuales ganadores de la contienda electoral deberían estar haciendo desde ya es comenzar a conectar con sectores que olvidaron en la campaña, como las juventudes, quienes reclamaron, otra vez, la falta de espacios para ellos.

Los nombres de quienes resultaron ganadores en esta elección para muchos son conocidos y es por la misma situación, porque se apostó por las mismas personas, los mismos perfiles de siempre y se olvidaron de crear nuevos cuadros que deberán estar listos para cuando el relevo generacional obligue a ello y que parece ser que está más cerca de lo que se piensa.

Morena, saldo a favor

Sea cual sea el resultado, Morena puede presumir que en Guanajuato ha crecido su voto duro y que si el panismo quiere seguir gobernando en 2027 y en 2030 deberá fortalecer su estructura, porque en algunos municipios cerró la brecha y podrían venirse sorpresas en las próximas elecciones.

El PAN en Guanajuato deberá hacer un trabajo más de base, más social, como en sus orígenes, si quiere seguir conectando con la sociedad, pues en algunos lugares hay desencanto. El reto no es difícil, sólo bastaría que los liderazgos panistas en algunos municipios salieran de sus oficinas, se bajaran de sus pedestales e hicieran el trabajo de campo, porque si obtuvieron triunfos no fue por su labor, fue porque muchas personas aplicaron el más vale malo por conocido que bueno por conocer, pero en tres y seis años ese refrán se les puede revertir. Al tiempo.


@lolo_reportero