Una de las industrias más importantes de Guanajuato es la automotriz, que genera alrededor de 25 mil empleos formales. ¿Se imagina qué sucedería si de pronto esas empresas dejan de funcionar? Sería un apocalipsis para el estado. Una tragedia mayúscula.
No ha faltado quien advierta que eso podría suceder si el mercado mundial de automóviles deja de demandar vehículos de combustión interna para dar paso a los autos eléctricos. Hasta hace algunos meses, se hablaba incesantemente de que los autos eléctricos son el futuro que ya está aquí.
PEEEERO
Los llamados autos eléctricos funcionan con baterías y eso significa varios problemas. En primer lugar, las pilas son de litio y ese es un elemento sumamente escaso en el mundo, Utilizado para las baterías de los teléfonos celulares, es difícil que la capacidad de extracción de litio en el mundo (que no se da en los árboles) pudiera satisfacer una demanda inmensa de autos eléctricos.
Suponiendo que las pilas de litio aparecieran por todos lados, el mayor problema es que es necesario recargarlas. Para ello, hay que conectarlas a la red eléctrica. ¿Se imagina la cantidad de energía que se requeriría para recargar, por ejemplo, las pilas a los aproximadamente 700 mil automóviles que hay en León?
HÍBRIDO ES EL FUTURO
Para generar la energía suficiente de un parque vehicular eléctrico se necesitaría una gran oferta energética que, hoy por hoy, tendría que venir de energías fósiles, pues actualmente no existe la capacidad para generar esa magnitud de electricidad verde –es decir, a partir de fuentes como el viento o el sol. Si para cargar las baterías de los autos “no contaminantes” se requiere quemar más bióxido de carbono en el ambiente, pues saldría más caro el caldo que las albóndigas.
Es improbable que Guanajuato se vuelva un pueblo fantasma o con zombies deambulando porque dejen de operar las armadoras de autos, pero es verdad que ya no es posible seguir produciendo autos convencionales.
Por eso, empresas como Toyota se han dedicado a sofisticar la fabricación de autos híbridos “que se recargan solos”. Los fabricantes nipones informan que “en cada frenado y desaceleración, el auto recupera energía automáticamente”.
Por lo pronto, la armadora japonesa –que acaba de inaugurar una planta de Metalsa, de los Zambrano, en sus propios terrenos– ubicada en Apaseo el Alto, ya trabaja al menos en una línea de producción, la ‘Mentefactura’ de vehículos menos contaminantes.
LOS MILAGROS EXISTEN
Ayer por la mañana, se apareció en la ciudad de León el flamante secretario del Trabajo y Previsión Social del Gobierno Federal: Marath Baruch Bolaños. El sustituto de Luisa María Alcalde. ¿Y qué cree? vino a inaugurar “una oficina de la Secretaría (a su cargo) en la ciudad de León”.
Nadie le avisó a Marath que León no es la capital de Guanajuato –eso dijo– y añadió que vino a cumplir un “compromiso presidencial”, cuando en realidad el ofrecimiento del primer mandatario al principio de su gobierno es que esa dependencia y su titular se trasladarían completitas a la capital, pero del cuero y del calzado (eso sí es).
Nadie se enteró del importante suceso, a no ser porque empezaron a llegar funcionarios al inmueble de la calle de Pedro Moreno y de casualidad el entrenado lente de nuestro fotógrafo Francisco Carmona los captó. Y cuando Rosario Horta, reportera de la Organización Editorial Mexicana se acercó, la corrieron ¿A qué le temen? ¡Qué bonita comunicación del gobierno federal!
Hasta hace poco, en la Secretaría del Trabajo federal, ni contestaban el teléfono. Ahora, la inauguración fue a puerta cerrada y corren a trabajadores que se acercan. Pasamos “de Guatemala a Guatepior”.
COMERCIANTES DE LEÓN
Jesús Téllez Cabrera fue destacado líder de los comerciantes leoneses. Esta semana, en el festejo al gremio, se le recordó como merece, pues tristemente la pandemia se lo llevó. La alcaldesa Alejandra Gutiérrez encabezó la fiesta y comentó que, antes de morir, le dijo “ahí te encargo a mis comerciantes”. La Sonora Dinamita y Teo González amenizaron el festejo en la Velaria.