Durante los últimos 30 años, las exportaciones de Guanajuato pasaron de 300 millones de dólares a casi 30 mil millones de dólares, es un crecimiento exponencial sin igual y hoy somos la sexta economía del país y potencia en varios rubros; este crecimiento fue de la mano de la visión de estrategias bien definidas, a partir del plan estatal de desarrollo “Guanajuato Siglo XXI” y posteriormente con el Plan Guanajuato 2040, actualmente estamos en medio del ejercicio de planeación 2050.
Uno esperaría que una economía que ha crecido de esta manera debería haber impactado positivamente en el desarrollo social, sin embargo, el crecimiento económico no ha sido sinónimo de desarrollo social, en muchos de los casos lo único que ha sucedido es que los trabajadores actuales de plantas y fábricas cambiaron el campo por una empresa, sin obtener beneficios significativos.
En las épocas en que Juan Manuel Oliva era gobernador, dijo en uno de sus discursos que “Guanajuato se convertiría en la fábrica de México”. Personalmente no me entusiasma la idea de que mis hijos crezcan en una fábrica; afortunadamente, la política del gobierno ha cambiado, enfocándose en la innovación y desarrollo. Se está apostando e invirtiendo en la “Mentefactura”, una estrategia que busca atraer empresas a establecerse en Guanajuato, debido a su personal altamente calificado y especializado, en lugar de atraerlas únicamente por mano de obra barata, tierras de bajo costo o impuestos condonados.
Sin embargo, debemos analizar lo que ha ocurrido en el ámbito empresarial local. Una derrama económica de ese tamaño tuvo que dejar beneficios significativos en las empresas locales, que se deberían reflejar en el desarrollo social también. Hoy en día podemos ver la gran cantidad de parques industriales, clústeres sectoriales, centros de investigación, empresas trasnacionales y un sinfín de evidencias que demuestran este crecimiento y madurez de la economía local.
Pero, ¿qué podemos hacer las empresas para impactar positivamente a la comunidad? Existe algo llamado Responsabilidad Social Empresarial (RSE), que implica que las empresas vayan más allá de la maximización de beneficios y consideren el impacto de sus actividades en la comunidad y el medio ambiente.
La RSE implica adoptar prácticas empresariales sostenibles que minimicen el impacto ambiental. En un contexto donde la conciencia ambiental está en aumento, los consumidores y la sociedad en general valoran cada vez más a las empresas que se preocupan por el medio ambiente. Pueden implementar medidas, como la reducción de residuos, el uso eficiente de los recursos y la promoción de energías renovables. Estas acciones no solo ayudarán a proteger nuestro planeta, sino que también pueden generar ahorros económicos a largo plazo.
Algunas estrategias para incorporar la RSE en nuestra empresa pueden ser:
·Compromisos sociales: donaciones a organizaciones no gubernamentales (ONG), participación en programas voluntarios.
·Compromisos económicos: equidad salarial, capacitación laboral para personas con deficiencias, programas de reinserción social para individuos privados de libertad.
·Compromisos con las minorías: garantizar la diversidad en la fuerza laboral según la raza, el género y la orientación sexual.
·Compromisos ambientales: adopción de programas de reciclaje, implementación de energía renovable, reutilización del agua, optimización de cadenas de suministro (Zendesk, 2023).
·Compromisos comunitarios: colaboración con comunidades locales en proyectos de desarrollo, apoyo a iniciativas educativas y culturales y promoción del emprendimiento local.
·Transparencia y ética: establecimiento de políticas claras de integridad empresarial, prevención de la corrupción y promoción de prácticas éticas en todas las áreas de la empresa.
·Inversión en empleados: fomento de un ambiente laboral seguro y saludable, desarrollo de programas de capacitación y crecimiento profesional y promoción del equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
·Alianzas colaborativas: establecimiento de colaboraciones con otras empresas, organizaciones sin fines de lucro y entidades gubernamentales para abordar desafíos sociales y ambientales de manera conjunta.
·Medición y reporte: implementación de sistemas de seguimiento y medición del impacto de las iniciativas de RSE y divulgación transparente de los resultados obtenidos.
La Responsabilidad Social Empresarial no sólo contribuye al bienestar de la comunidad y del medio ambiente, sino que también puede fortalecer la reputación de la empresa, generar lealtad entre los clientes y atraer a nuevos talentos.
Es importante que las empresas asuman su responsabilidad y trabajen de manera integral para lograr un desarrollo sostenible y equitativo en tiempos de crisis y más allá.
En Coparmex estamos comprometidos con la Responsabilidad Social Empresarial y, por segundo año consecutivo, hemos firmado un convenio con la Dirección General de Economía y Turismo para apoyar a las empresas en la capacitación para obtener su distintivo ESR (Empresa Socialmente Responsable). Estamos seguros de que está forma lograremos tener “Más y Mejores Empresas”.
Presidente de Coparmex Irapuato-Salamanca
@matusdaniel