Guanajuato, Gto.- La chaviza que viene al Cervantino se puso a bailar con el ritmo latino de funk, rock y rap que se escuchó en la explanada de la Alhóndiga de Granaditas y en los alrededores, al tener su presentación en la Fiesta del Espíritu el sexteto denominado “La Chiva Gantiva”.
Ahora el clima gélido no fue el invitado a esta fiesta y los espectadores que acudieron a este escenario principal del Festival Internacional Cervantino para disfrutar de estos contagiosos ritmos de moda que hacen vibrar a jóvenes y personas de todas las edades, amantes de estos géneros musicales, se pusieron a bailar desde la primera melodía.
Con el carismático Rafael Espinel, quien se hace cargo de los tambores al igual que Natalia Gantiva, quien por cierto presta su apellido de origen chibcha al nombre del grupo, este expresa el optimismo de jóvenes nacidos en Europa que fusionan la música local con tradiciones propias. “La vida es solo una”, dice Espinel y “hay que gozarla”.
La chiva es un animal, pero también es la pesera campesina que une los pueblos en Colombia; es tradición, pero también comunicación y, en el caso de La Chiva Gantiva, es la alegría expresada con el cuero de los tambores afrocolombianos, mezclados con guitarras, la batería de ritmos latinos y el funk, rock y rap que se escucha en las calles de Bruselas, Bélgica, aunque también se aventaron una cumbia y los jóvenes aprovecharon para mover a su pareja.
Los integrantes de este conjunto multicultural son tres colombianos, un vietnamita y un chileno, todos nacidos en dicho reino, hijos de inmigrantes. Un belga completa el sexteto. Su nuevo disco sencillo Cuero, se refiere no solo al parche de los tambores, sino a la piel humana que responde a la energía y gozo que contagia esta fusión eléctrica que la banda ha llevado a los festivales más importantes del orbe.