Ubicado en uno de los barrios más importantes de la ciudad de Aguascalientes, el Jardín de San Marcos cumple 179 años desde que inició su construcción.
Fue en el año de 1842, cuando se otorgó al llamado Pueblo de San Marcos, una extensión para crear un lugar donde los pobladores pudiesen gozar de esparcimiento junto a sus familias.
En un principio se plantaron rosales, árboles de jacarandas, bugambilias, huele de noche y otros arbustos, que rodeaban las bancas colocadas para el descanso de los paseantes. La belleza de sus jardines, que paulatinamente atrajo fauna que maravillaba a los niños, creció junto con los árboles cuya sombra ya significaba un refugio para quienes buscaban un momento de descanso. Fue entonces que comenzó la construcción de una balaustrada alrededor de este lugar, con cuatro accesos; uno en cada punto cardinal del jardín, que daba la bienvenida a los pobladores, con hermosos arcos que complementaban el estilo neoclásico de los pilares de cantera rosa, que estuvo lista en 1847.
Años después se colocó un kiosco, que con el paso de los años se ha convertido en el escenario de artistas locales y nacionales, que año con año cantan las mañanitas al santo patrono San Marcos, durante la celebración de la Verbena Abrileña.
Durante 118 años, este lugar conservó su esencia pueblerina y tradicional. Por aquí desfilaron reinas de la Feria, toreros, parejas de enamorados, artistas como Juan Santiago Garrido, autor de la “Pelea de Gallos”, y otros personajes de la cultura y la política nacional.
En 2009, el Jardín de San Marcos fue remodelado y se añadieron, entre otras cosas, varias figuras de bronce, representativas de personajes emblemáticos de Aguascalientes, como una vendedora de flores, un gallero, un niño alimentando a una ardilla, un par de ancianos y un torero, entre muchos otros.
Sin embargo, este lugar mantiene su encanto de siempre, que envuelve a quien se sienta en sus bancas, para escuchar el canto de los pájaros, admirar el color de las flores y revivir memorias de tiempos pasados.