Ya solo quedan recuerdos de los buenos tiempos del taller del zapatero remendón a quien apodan “El Tigre”, pues ahora solo existen costales de zapatos restaurados y abandonados por dueños que no se han percatado de ir por ellos, pese a que su reparación está terminada, esta situación y añadido a la entrada del zapato chino al mercado leonés y el poco trabajo, han llevado a Imelda Ortiz Cruz, hija del tigre, a tomar la decisión de cerrar el negocio iniciado por su padre en 1973.
En el taller está “el tigrito” Manuel Azpeitia Ortiz , nieto de Don Galdino Ortiz “El tigre” que siguió con la tradición, recibe solo pocos clientes pero el sigue fiel a la labor de su abuelo, también Don Alfredo Rayas que labora en el tallercito desde hace 40 años, todavía tiene la ilusión de que no cierre el local, pues no encuentra trabajo todavía.
Imelda Ortiz Cruz compartió para el Sol de León que este año, El taller del Zapatero Remendón “El Tigre” cumpliría 46 años de trabajar, pero está por cerrar su puertas, las razones las comentó Imelda “lo principal es que tenemos muy poco trabajo, la gente no viene por sus zapatos a tiempo, se ha quedado mucho trabajo terminado y pues la inversión, del material y todo esto ,nos ha llevado a cerrar”.
Don Galdino “El Tigre” ya no asiste a su negocio porque se quebró la cadera solo hace poco trabajo desde su casa. Poco a poco se empieza a desmantelar el taller, y se pudieron observar costales y costales de trabajo terminado, pares de zapato casuales, botas de trabajo, tennis deportivos y zapatillas de dama, todo empolvado, y, en un muro colgado un letrero que dice “después de veinte días no nos hacemos responsables de su calzado”.
“Esta situación tiene un año y medio, la gente después de seis meses viene a reclamar zapato y es imposible guardarlo” contó Imelda.
“Esta situación empezó desde que entró el calzado chino, porque también la gente ya no quiso reparar sus zapato porque el calzado es muy barato, calzado que les dura cada dos o tres meses, quien repara y viene por sus zapatos, es gente que consume zapato de piel y que se le puede cambiar la suela hasta tres veces, zapato que es $1 mil 500 a 2 mil pesos, le vuelve a cambiar la suela” dijo Imelda.
La frase:“El Calzado de piel, le dura 3 a cuatro años, bien cuidado y de piel”.
La hija de Don Galdino recuerda cuando sus Papá tenía más trabajadores, había más trabajo, “se llegaban a reparar 60 pares de zapatos diarios, de firmes, durante un tiempo tenía más trabajadores, hemos visto que se ha ido decayendo”.
Cierra el Taller, pero el Tigrito le sigue, hace sus moldes, clava los firmes del zapato, se va meter a estudiar algo relacionado con el la producción del calzado, su madre tiene puesta la esperanza en él.