La lectura es un placer, es una actividad que nos lleva a conocer otras existencias posibles, otras vidas, los libros y cada una de sus historias nos llevan conocernos mejor y en esta temporada en la que hay que quedarse en el hogar es buen momento para reencontrarse con la literatura y los beneficios que esta nos dará.
Leer derrota al estrés
Hay autores que nos llevan a otras partes del mundo, como Jack London, que nos cuentan sus historias como buenos amigos con quien nos encontramos y es grato tal encuentro, así la lectura de un buen libro aporta diferentes beneficios, uno de ellos es que derrota al estrés, si bien antes de dormir, o durante el transcurso de día leer un libro es una distracción enorme, además de que vence la ansiedad y los nervios.
Leer te ayuda a mejorar el entendimiento y además te hace más inteligente, mejora la concentración y te mantiene ocupado, además estimula la empatía.
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Tomar un libro y adentrarse en sus historias tiene un efecto de tranquilidad que es como ver una película, pues incentiva la imaginación, el leer mejora también tus mejores relaciones interpersonales, activa la memoria a largo y corto plazo.
Otros de los beneficios que puedes obtener de la lectura es mejorar tu ortografía, mejoran las habilidades de expresión, expandir tu vocabulario, y es un entretenimiento a bajo costo en esto tiempos es bueno reencontrarse con la literatura, con las grandes obras de la literatura universal como Romeo y Julieta de Shakespeare, Don Quijote De La Mancha de Miguel de Cervantes, Cien Años de Soledad de Gabriel García Márquez, Madame Bovary de Gustave Flaubert o Frankenstein de Mary Shelley.
José Luis Galeano, promotor de la cultura en León nos dice el por qué es importante leer “sí, es un placer que se adquiere secretamente y puede ser recreado al regresar a Los pasajes de lectura recorridos, solo con recordarlos. El placer crece porque desarrollas la habilidad para hacer conexiones que te llevan a experiencias de lectura, y deseas leer más para poder evocar sensaciones placenteras al escuchar nombres, voces preguntas o ideas que provoquen tu memoria, una adicción, sana que se incrementa a lo largo de la vida, pues puedes conjurar lugares remotos de tu vida que provengan de tus primeras lecturas”.