Guanajuato, Gto.-Después de varias ediciones del Festival Internacional Cervantino en que no se exponían esculturas en la vía pública, para este año regresó el arte a las calles con una exposición del artista local Capelo.
Se trata de la exposición de primer deposito llamada “Toros Arqueológicos”, y son esculturas de bronce en gran formato. Su objetivo es la activación de espacios públicos.
Las esculturas se colocaron desde unos días antes de que comenzara el festival y se ubican en la Plaza de la Paz, justamente en frente del museo Conde Rul.
Desde que se colocaron han sido del agrado de las personas que pasan por la zona, quienes se detienen para apreciar las dos esculturas, tocarlas y tomarse fotos.
“Buscamos tener una vez más en la ciudad de Guanajuato una aportación artística para los ciudadanos. Es entregar nosotros como gestores una dinámica de cultura de primer nivel, de realce internacional”, expresó Javier Jesús Hernández mejor conocido como Capelo.
No es la primera vez que se presentan estas esculturas, pues en el 2017, también como parte de las actividades del FIC, los Toros Arqueológicos tomaron las plazas públicas de la ciudad, solo que en otros puntos como en el Baratillo o afuera de la Universidad de Guanajuato.
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Traer el arte a las calles había sido una insignia de la fiesta del espíritu durante años, donde los capitalinos esperaban el día en que amaneciera y la ciudad estuviera “invadida” de esculturas.
En 2011 resaltó una exposición en representación de Quijote, llamada “Paseo de las esculturas cervantinas en Guanajuato” traída por el Museo Iconográfico del Quijote, donde las esculturas representaban al clásico personaje utilizando diversas técnicas, estilos, materiales e inspiraciones. Incluso algunas de esas obras permanecen en la actualidad en las calles.
En 2016 fue uno de los años en que más impacto causó la exposición urbana “6/14 Escultura Contemporánea en Guanajuato”. Se presentó una obra de Alejandro Velazco, con la escultura “Hera” y fue de las más populares, principalmente por su diseño pues la gente comenzó a subirse en ella, al grado de tirarla en varias ocasiones. La misma se ubicó en aquel entonces en la plaza del Baratillo. Es mismo año se colocó la escultura “Caracol” de Panteón Ruíz la cual era interactiva, pues te podías subir para tomarte la foto, sin embargo, también presentó daños.