Actores, músicos, cineastas, escritores y empresas culturales han alzado la voz en todo el mundo contra la invasión rusa de Ucrania. Desde el boicot de distribuidoras de cine a la donación de un millón de dólares de Ryan Reynolds o la ayuda humanitaria del cocinero José Andrés, todos se han sumado.
Las distribuidoras Disney, Sony y Warner Bros cancelaron sus estrenos en Rusia: Disney el de Turning Red ( Red en algunos países), Warner Bros el de The Batman y Sony anunció que suspende el estreno de Morbius, que estaba previsto para el 24 de marzo.
Las tres distribuidoras han cancelado sus estrenos más próximos y anunciado que valorarán qué hacer con futuros lanzamientos en función de cómo evolucione la crisis. Muchas empresas se han posicionado del lado de la tragedia humana de la población y, en el caso de Disney han anunciado colaboraciones con ONG para ayudar humanitariamente a los desplazados.
Por su parte, Netflix anunció que no cumplirá con la nueva ley audiovisual de Rusia, que recién entró en vigor y que obligaría a la plataforma a incluir contenidos de una veintena de canales públicos para poder operar en el país. La legislación impone la emisión de contenidos de medios afiliados al Kremlin como Channel One, la cadena de entretenimiento NTV y el canal de la Iglesia Ortodoxa.
En la literatura también hubo posicionamientos. La asociación mundial Pen ha publicado una carta firmada por numerosos autores, entre los que se encuentran premios Nobel como Orhan Pamuk o Svetlana Alexievich y escritores como Margaret Atwood, Paul Auster o Salman Rushdie.
En ella muestran su rechazo a la invasión rusa: “Estamos consternados por la violencia desatada por las fuerzas rusas contra Ucrania y hacemos un llamamiento urgente para que se ponga fin al derramamiento de sangre”, dijeron.
El Festival de Eurovisión prohibió a Rusia participar en el certamen de este año. De hecho, el festival se retractó solo unas horas después de decir lo contrario aludiendo a su carácter “no político”: la cancelación de la participación de Rusia ha sido tomada "a la luz de una crisis sin precedentes en Ucrania".
También la ópera de la Scala de Milán ha prescindido del director ruso Valeri Guérguiev, amigo personal del presidente Putin, para su programación el 15 de marzo, fecha en la que iba a ofrecer varios conciertos. El músico se había negado a condenar la invasión de Ucrania, como le habían pedido el coliseo italiano.
Ryan Reynols y Blake Lively se aliaron con ACNUR y pidieron a la gente que done dinero para los refugiados ucranianos. Los actores se han comprometido a aportar un millón de dólares cuando las donaciones alcancen esa misma cantidad.
“En 48 horas, muchos ucranianos se han visto obligados a huir de sus hogares a países vecinos. Necesitan protección”, dijo Reynolds.
El chef español José Andrés tomó un papel aún más activo, pues se ha desplazado hasta la frontera entre Polonia y Ucrania para ayudar a los refugiados que huyen del país con su ong WCK y ha pedido permiso al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para acceder al país a ayudar.
En cuanto al mundo de la música, los cantantes Cher, Madonna y Elton John han condenado la invasión de Ucrania y la actitud de Putin.
“Putin devorará países soberanos, hasta que resucite a la URSS”, dijo Cher, mientras que Madonna ha comparado al dirigente ruso con Hitler.
Y Elton John mostró su oposición a los bombardeos en un concierto en Nueva York, al asegurar: "Absolutamente espantoso. No hay justificación para esto".
Actores como Arnold Schwarzenegger, Mark Ruffalo, Ashton Kutcher, Milla Jovovich y Javier Bardem tampoco se han quedado callados. El último se manifestó ante la embajada de Rusia en Madrid, mostrando a través de las redes sociales su solidaridad con el pueblo ruso y el rechazo a la invasión.
Ahora mismo, Sean Penn graba un documental sobre la invasión en Ucrania. El actor y director se encuentra sobre el terreno para rodar una cinta sobre lo que está ocurriendo, según anunció la oficina de la presidencia ucraniana.
Y el cineasta ucraniano Sergei Loznitsa ha abandonado la Academia de Cine Europeo por la tibia condena de la invasión de su país en un “vergonzoso texto” que la institución publicó. “Tienen miedo de llamar guerra a una guerra, de condenar la barbarie", señaló.
El creador ucraniano es en estos momentos el realizador de referencia sobre el conflicto ruso-ucraniano, sobre el que giran varios de sus documentales, entre ellos “Maidan” y “Donbass”.
Finalmente, la Academia de Cine Ucraniano ha pedido el boicot del cine ruso con una petición en la plataforma Change.org.
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