León, Gto.- Jorge Castro padeció de un cáncer y lo superó, una enfermedad que los doctores diagnosticaron en fase avanzada y llegó así de repente y que le cambió la vida, sin embargo mantuvo la esperanza día tras día, para él la fe en Dios y el apoyo de su familia fueron factores clave para su recuperación, la experiencia de su enfermedad es relatada en su libro “¡Como un roble!” una obra literaria que es “una luz en el camino” dijo Castro.
Jorge Castro compartió para la OEM que “la idea básica del libro es que sí hay una luz en el camino, que esa luz en el camino está cimentada en la fe, en la ganas de vivir y de salir adelante, este libro está enfocado a los enfermos propiamente de cáncer aunque tocó otros temas, no hablo de salud divina nada más, sino también de una salud financiera”.
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Jorge Castro relató que escribió el libro para dar un hálito de esperanza a quienes padecen de cáncer, él platica su experiencia con la finalidad ser un amigo, de saber que se puede de tomar la enfermedad con otra actitud “está diseñado de tal forma que los familiares puedan entender a sus enfermitos, porque hay angustia, hay ansiedad, desesperación, hay tristeza, hay quienes se enojan con Dios, con la familia otros están enojados con la vida”.
“Este libro está pensado para los enfermos, para los familiares de los enfermos y para las gentes, como es mi caso, que no habíamos vivido el cáncer de cerca, podamos ser más conscientes y entender lo que viven el enfermo y sus familias porque esta enfermedad arrastra a las familia, la arrastra en la salud, en las cuestiones económicas los arrastran en lo emocional es una enfermedad muy compleja” contó Castro para El Sol de León.
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Jorge Castro relató que empezada la pandemia por Covid-19 el cáncer empezó a afectar la condición de salud del autor “mi diagnóstico inicial fue una colitis nerviosa, en un inicio cuando empezó la pandemia yo tengo dolores en el abdomen, voy a ver a los médicos, me hacen estudios del hígado, del bazo, estudios y análisis y en todo salgo perfectamente bien, llegué a pensar que podría ser una colitis nerviosa por lo que estamos viviendo, se cierran negocios, bajan las ventas, había pasado seis semanas y yo ya había bajado doce kilos”.
Su esposa se dio cuenta de la condición de Jorge, pues notó esos bajas abruptas de peso, su cuerpo cambió “me sentía mal y me dijo eso no es colitis, vamos a llevarte con un cardiólogo”, tras distintos estudios Jorge descubrió su padecimiento un cáncer terminal.
Tras los estudios, un oncólogo determinó que su tipo de cáncer no era operable y el hematólogo dijo “vienes mal, estas en fase terminal, tu condición de salud es muy delicada estamos hablando de que ni con la quimioterapia la libras, para que arregles tus cosas”.
Jorge bajó 30 kilos, su piel se tornó pálida y su salud cada día se deterioraba, su cuerpo se vio repleto de ganglios y agua en los pulmones “dije el noventa por ciento está en manos de Dios y el diez por ciento el tratamiento y mis ganas de vivir y tengo a Dios conmigo, el pronóstico tomando otras opiniones era de treinta días aproximadamente que me daban, por lo que me sugerían que arreglara todo.”
Jorge no se daba por vencido, mantuvo firme la esperanza hasta el último, aunque había ocasiones en que abrazaba a su esposa para decir “hija me estoy muriendo, estaba en el cuarto nadie entraba a mi cuarto, no solo por la enfermedad sino por la pandemia, recuerdo que estaba solo en el cuarto, en silencio llorando y mi nieta victoria me ve desde la puerta y a pesar de que tenía prohibido entrar, se metió me limpia las lágrimas me abraza y me dice todo va estar bien, de una forma milagrosa empecé a tomar bien los alimentos, cenar, recuperé peso y a sentirme fuerte nuevamente”.