Antes rivales, ahora amigos

El atacante uruguayo Oribe Maciel y el defensa mexicano Carlos “Becerro” Morales, protagonizaron el “Clásico Joven” en la década de los 70s

Guillermo Santana

  · domingo 28 de octubre de 2018

El atacante uruguayo Oribe Maciel y el defensa mexicano Carlos “Becerro” Morales, protagonizaron el “Clásico Joven” en la década de los 70s y hoy son dos sobrevivientes que de rivales se convirtieron en grandes amigos.

En platica con NOTICIAS VESPERTINAS-EL SOL DE LEÓN, reconocieron que jugar un clásico América-Cruz Azul no era un partido cualquiera, era una verdadera batalla en la que estaba prohibido perder.

Y es que la rivalidad entre estos equipos surgió el 23 de junio de 1963 con un partido amistoso, donde las Águilas vencieron 0-4 y en el máximo circuito se dio el enfrentamiento el 30 de agosto de 1964 con triunfo del América 1-2.

A partir de ahí, los enfrentamientos fueron constantes, en total 172 partidos de los cuales América tiene 63 triunfos por 51 de La Máquina y 58 empates.

DELANTERO VS DEFENSA

Oribe Maciel recordó que la primera vez que conoció a Carlos Morales fue en el clásico América vs Cruz Azul (temporada 73-74), eran rivales y por consiguiente no había cordialidad.

En ese momento, dijo, Cruz Azul venia de ser campeón y era de los equipos más importantes, tanto América como Cruz Azul eran equipos plagados de estrellas y los más importantes, porque Chivas no estaba bien, Pumas era de media tabla, misma situación en la que estaban León, Atlético Español y Puebla.

“Yo tenía dos meses de haber llegado a jugar a México, fueron los primeros partidos que jugué con el América y en el clásico enfrenté al que yo considero el mejor equipo en la historia de Cruz Azul, Miguel Marín, Nacho Flores, Quintano, Sánchez Galindo, Bustos (QPD), el paraguayo Vera, el ´Centavo’, Chino Estrada; y el Becerro me tiraba cada patada que tenía que estar abusado con él, ahí fue donde comenzamos a divisarnos”, agregó.

Fue precisamente en ese partido, donde en una jugada de gol, Oribe Maciel dribló al portero cementero Miguel Marín y disparó al arco pleno, ya saboreaba y festeja el gol, pero no contaba que “Becerro” llegó y evitó la anotación.

Por su parte, Carlos “Becerro” Morales, mencionó que no fue sencillo marcar al atacante Uruguayo, quien venía con gran cartel del futbol sudamericano.

En el partido me sentí bien, sabía de la peligrosidad de Oribe, él era muy, muy rápido y había que estar atento con él porque cualquier descuido era peligro de gol.

Tiempo después lo volvimos a enfrentar, pero ahora jugaba con Curtidores y fue en la Liguilla, donde nos hicieron quedar mal.

EL DESTINO LOS HIZO AMIGOS

Con el surgimiento del Curtidores en Primera División, el destino los llevó a formar parte del “equipo que no quería perder”.

“Nos encontramos en el histórico Curtidores como compañeros, Oribe es una gran persona y muy buen amigo y aquí nos hicimos uno. Es muy diferente ser rivales a ser compañeros porque primero hay que defender la playera y después que jugamos para el mismo equipo se despertó la camaradería, convivimos como jugadores y seguimos con la amistad fuera de las canchas y nos seguimos frecuentando”, enfatizó el defensa mexicano.

En el mismo sentido se manifestó Oribe Maciel, quien comentó que en el juego iniciaron como rivales, pero la vida los hizo amigos gracias a los entrenamientos y la admiración mutua. “Es una amistad que uno tiene pocas veces de conseguirla”, dijo sonriendo el delantero paraguayo.

“Becerro” y Oribe son dos referentes del Unión de Curtidores de la década de los 70s, son dos ídolos del futbol leonés y además son poseedores de una gran amistad.

Para ellos es común reunirse en la casa de “Beto” Morales y convivir con el “clan futbolero”, donde las convivencias están cargadas de anécdotas deportivas, risas y canciones, en las que por cierto el buen “Becerro” es poseedor de un talento innato para el canto y se da el gusto de cantarle a Oribe sus canciones favoritas.

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