Houston.- El jugador más valioso de la Serie Mundial, George Springer, instaló el trofeo de campeones de los Astros de Houston en la parte frontal de un camión de bomberos mientras daba inicio el festejo por el primer título del Clásico de Otoño en la historia del equipo que data desde 1962.
El centro de Houston se tiñó de naranja y azul, cuando miles de personas vestidas con los colores de los Astros se congregaron para vitorear al equipo.
Cuatro aviones militares cruzaron por encima de un mar de camisetas, banderines y pancartas con los colores de los Astros, a lo largo de la ruta del desfile de 20 cuadras, que fue rápidamente ampliado para adaptarse a un público superior al esperado.
Los aficionados permanecieron de pie en hileras de más de 10 filas de profundidad y su coro de “Vamos, Astros”, hacía eco entre los rascacielos, mientras otros tenían una mejor vista de todo desde los pisos superiores de los edificios de estacionamiento, en cuyos muros colgaban pancartas con el logo de Astros.
“Esto es sorprendente. Esto es grandioso”, declaró el gerente general Jeff Luhnow desde la parte más alta de una carroza que portaba una gigantesca pelota de beisbol.
Varios jugadores de los Astros y el manager AJ Hinch saludaron a los fanáticos desde la parte superior de un autobús de dos niveles al inicio del desfile. Algunos aficionados arrojaron gorras y camisetas en dirección de los peloteros, que los autografiaban antes de regresarlos.
Manuel Mejía y su hijo de 15 años, Jonah, se acomodaron en un buen puesto temprano. Ambos se instalaron con sillas plegables en una esquina en la que podrían ver el inicio y final del desfile.
“Quería conseguir un buen lugar, sabía que estaría repleto”, dijo Mejía, de 43 años, quien es fanático de los Astros desde que su padre lo llevó a su primer partido cuando tenía ocho años.
Los Astros conquistaron su primera Serie Mundial al derrotar el miércoles a los Dodgers en el séptimo partido en Los Ángeles. La franquicia nació en 1962 con el nombre de Colt .45s.
El distrito escolar de Houston canceló las clases, para que los estudiantes, sus padres y empleados pudieran acudir a los festejos.
Es la primera celebración de un campeonato de un equipo deportivo profesional en la ciudad desde que los Rockets de Houston ganaron títulos sucesivos de la NBA a mediados de la década de 1990. El desfile de los Rockets de 1995 atrajo a cerca de 500,000 personas.
Sylvester Turner, alcalde de la ciudad, quien también desfiló en un auto descubierto, mencionó que se superó por mucho esa cifra y espera que esto se repita en el 2018.
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