Montserrat “La Conejo” Ruiz disfruta las mieles de la victoria después de lo que fue su primera aparición en el octágono del UFC.
Cuatro derribes y 136 golpes totales en tres asaltos, resultaron suficientes para silenciar a la estadounidense Cheyanne Buys, quien antes, durante y después del combate, no se cansó de vociferar improperios en contra de la peleadora nacida en León, Guanajuato.
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“Callamos bocas porque estuvo diciendo que mis estúpidos derribes no servían, que me había estudiado y pues ahí está la demostración de que mis derribes no son estúpidos, yo respeto mucho todas las artes marciales y ella también debe respetar eso, así que demostramos que la lucha es mi base y nadie le falta al respeto”, manifestó Ruiz en entrevista para UFC.
Y si bien, “La Conejo” fue ama y dueña del pleito, reconoció que su actuación dentro de la jaula puede llegar a ser más convincente con un mayor tiempo de preparación.
“Fue una pelea de corto aviso, estudiamos todo en poco tiempo, se armó una estrategia muy buena, funcionó, pero no hay excusas, yo creo que igual con un campamento de ocho semanas podemos lograr algo mejor, una pelea mucho más desarrollada, pero a final de cuentas fue una pelea donde se demostró todos los años de preparación que tenemos”.
No se engancha
Una vez concluida la batalla, Cheyanne Buys buscó extender la camorra e incluso se llegó a mencionar que Montserrat Ruiz le había lanzado un escupitajo, situación que la misma gladiadora guanajuatense salió a desmentir.
“Jamás la escupí, eso ya sería ser irrespetuosa, si nos dijimos de cosas, pero sólo fue el momento, jamás escupiría a mis rivales, no soy ese tipo de persona”, aseveró.
Hay que recordar que la californiana salió a escena con la imagen del nocaut que el brasileño Bruno Silva le había propinado a su marido, J.P. Buys, esto en las contiendas preliminares, lo que bien pudo distraerle por completo de su objetivo.
Espera nuevo llamado
Desde Cancún, donde ha decidido vacacionar unos días, además de acudir al evento Combat Jiujitsu que es promovido por su entrenador Víctor Dávila, “La Conejo” espera haberle llenado el ojo a Dana White y aguarda paciente por una nueva chance en el UFC.
“Por ahora vamos a seguir preparándonos, a seguir entrenando, tendremos unos cuatro días de relax y esperaremos un nuevo llamado, aquí estamos, al final somos gente humilde y vamos para adelante, yo trabajaré para seguir puliendo los puños y así darles a todos una mejor exhibición”, concluyó Ruiz, quien ahora ostenta una foja de 10-1-0 en el mundo de las artes marciales mixtas.