Silencio, más allá de los gritos de jugadores, las indicaciones técnicas y del sonido local, el choque entre Club León y Querétaro se dio en una atmósfera sombría, sin color, sin la presencia de aficionados.
Se disputó la sexta fecha del Torneo Clausura 2023 y en La Corregidora aún está presente el recuerdo del “Sábado Negro”, aquel fatídico 5 de marzo del 2022 en el que aficionados queretanos y de Atlas desataron una campal sin precedentes. Las agresiones se dieron en las tribunas, sanitarios, estacionamiento y en el campo de juego.
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De aquel lamentable hecho se reportaron múltiples heridos de gravedad y para vergüenza del balompié mexicano pasó a llamarse como la “Tragedia del Corregidora”. En los días posteriores se dio la respuesta de las autoridades, en Querétaro y Jalisco se dieron una serie de cateos y detenciones de múltiples agresores involucrados.
Por su parte, la Liga MX vetó por un año al inmueble que fue mundialista en México 1986, ante dicha sanción a partir de marzo de 2022 no ha vuelto a recibir aficionados “emplumados” ni de otro equipo.
Dada la rivalidad regional entre seguidores esmeraldas y queretanos, este compromiso llegó a ser considerado como “partido de alto riesgo”. Contrario a otras ediciones en las que cientos de espectadores cuereros viajan a Querétaro, ahora las tribunas lucieron vacías. Los gritos, los cánticos, las porras y las rechiflas no se escucharon en esta ocasión.
Si algo caracteriza a los aficionados verdiblancos es el amor y fidelidad a su equipo, sentimientos que los hacen viajar a cada plaza en la que ha jugado La Fiera. Contrastando a la imagen de tribunas pintadas de verde, para este cotejo Club León jugó solo, situación que se ha dado pocas veces, pero muy pocas veces en la historia de la institución.