El portero, Alejandro López Cervantes, campeón con el Club León, hoy imparte su conocimiento bajo los tres palos, con los jóvenes jugadores de la institución educativa y equipo de Tercera División Ecca.
El otrora portero comentó que comenzó a jugar en la década de los años 80s, en el Torneo de Los Soles con Pollos Vic, después lo invitaron a jugar con el Club León, para después seguir su trayecto en Morelia y Puebla.
“Yo jugaba béisbol y por invitación de unos amigos me fui a jugar futbol y quiso el destino que en el cubil felino me tocara compartir cancha con Cabiño, Lupe Díaz, Camarena, Luis Gómez, Darío Miranda, Eusebio, Lugo y Perla Rodríguez”, dijo.
En su debut jugó 14 partidos y le tocó ascender con Vucetich, se hizo dueño de su carta y el destino lo llevó al Monarcas Morelia, donde estuvo un año para luego ir a Puebla, después regresó a Curtidores para ahí retirarse.
REGRESA COMO ENTRENADOR
Su regreso a las canchas se dio como entrenador hace 16 años en el Club Miura, donde con invitación del “Pitufo” Mendizábal, otro exjugador del Club León, ingresó al mundo de la dirección técnica.
Al mismo tiempo comenzó con la profesión de arreglar las canchas sintéticas, actividad en la cual no hay nadie que lo haga y desde hace algunos meses la combina con su trabajo de entrenador de porteros del Ecca.
“Como entrenador me he sentido bien, estoy en lo que me gusta, enseñando a los chavos lo que aprendimos. Es muy bonito enseñar los secretos de la portería a los jóvenes, apoyarlos con el fin de que vayan madurando y se den cuenta que un portero no puede tener tantos errores”, agregó.
QUIERE JUGADORES PREPARADOS
López Cervantes calificó como necesario que el Club León y la gente de pantalón largo de Pachuca, les den credibilidad a los jugadores de la ciudad, ya que hay talento y mucho futbol.
“Nosotros trabajamos con los jóvenes en busca de que equipos profesionales (incluyendo León) tengan confianza en los jóvenes y éstos a su vez reciban una educación de calidad, que es el objetivo de Ecca”.
El exportero de León y originario del Barrio Arriba, es un jugador que ama el futbol y que por sus venas corre sangre futbolera de generaciones, ya que su tío, Rodrigo Cervantes fue lateral izquierdo con León, al igual que su hijo Eder Osvaldo, otro de sus hijos, Edgar Alejandro jugó en Necaxa, León, Irapuato y Uruapan, mientras que su hijo menor busca una oportunidad para debutar como profesional.