La justicia es un caso extraño en el futbol mexicano. El equipo que termina como líder en fase regular, pocas veces logra ser campeón.
Los casos son contados. El primer lugar ha llegado 21 veces a la lucha final por el título y el saldo no es tan positivo. En 13 ocasiones han sido subcampeones. Sólo ocho veces ha logrado alzar el trofeo como el mejor, dentro de las 48 finales previas que se han jugado desde 1996, cuando se instauraron los torneos cortos.
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El todopoderoso Toluca lo hizo tres veces en años consecutivos. Pachuca en dos ocasiones, Santos, América y León, en una. Ellos son los que pueden presumir esa distinción, que no se ve muy seguido. La Máquina quiere seguir sus pasos y lograr la novena estrella, como el noveno líder en conseguirlo. Todo parece idóneo.
En el Verano 1998, apenas en el cuarto torneo corto de la historia, el primer líder se coronó. La diablura se la llevó Necaxa. En la ida, los entonces capitalinos ganaron 2-1 en el estadio Azteca con el doblete de Pedro Pineda. Víctor Ruíz descontó en los último minutos por la visita. En el Nemesio Díez, los pupilos de Enrique Meza sufrieron. Dos minutos en el marcador y los Rayos ya le habían dado la vuelta con Alex Aguinaga como figura. Pero después, los escarlatas golearon al son de un contundente 5-2. Un par de dobletes de José Manuel Abundis y José Cardozo, y otro de Antonio Taboada, hizo monarca al primer lugar.
Un año después, en el Verano 1999, los Diablos Rojos repitieron la dosis. En una de las mejores finales de la historia lograron dar la vuelta olímpica en el Infierno. La ida en Jalisco terminó 3-3. Carlos Morales y Cardozo anotaron, pero César Andrade, Hugo Castillo y un joven Rafael Márquez respondieron por el local. En el estado de México, tras un empate global, se tuvo que recurrir a la tanda de penaltis. Taboada, Estay, Ruíz, Darko, Cardozo no fallaron. Julio Estrada erró por los Rojinegros y el líder dio la vuelta olímpica.
En el 2000 fue la misma historia. Toluca acabó con Santos con un marcador contundente de 7-1 global. Cardozo, Chiquis García y Morales acabaron con el milagro de España, Altamirano, Borgetti y compañía.
Tuvieron que pasar seis años para que pudiera repetirse algo igual. Los Tuzos lo hicieron en 2006 al vencer por la mínima al San Luis. Un tanto de Richard Nuñez los hizo campeones. Un año después, los hidalguenses repitieron. Las Águilas sufrieron y ni los tantos de Cuauhtémoc Blanco pudieron salvarlas. Juan Carlos Cacho fue el héroe tuzo y el trofeo se quedó en la Bella Airosa.
Los laguneros también saben vivir la otra cara. En el 2012, fueron líderes y campeones. En la final vencieron a Rayados. Ludueña y Peralta fueron sus hombres importantes en Torreón.
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Un par de años después, América lo logró tras derrotar a Tigres en la final con Antonio Mohamed en el banquillo. Mientras que en el 2020, León fue amo y señor del torneo, y lo confirmó al vencer a Pumas en la final.
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