Ciudad Juárez, Chihuahua.- La Fiera vistió de negro para acudir a su funeral en el Clausura 2024 de la Liga MX. León requería de vencer a Juárez en la frontera y apenas sacó un insípido empate a uno que se traduce en el rotundo fracaso que fue el primer torneo del uruguayo Jorge Bava al frente del Club León y que, por lo declarado semanas atrás por el mandamás de la institución del Bajío, Jesús Martínez Murguía, bien pudiera tener las horas contadas en la “guarida”.
Los esmeraldas se murieron de nada, pero no solo en este duelo, sino a lo largo de todo el certamen. Aquella racha de cinco fechas sin conocer la derrota, tan solo sirvió para maquillar un andar que rayó en la mediocridad. Los panzas verdes con una de las nóminas más interesantes de toda la competición, no fueron capaces de colarse entre los mejores 10, ni siquiera al premio de consolación llamado Play-In pudieron accesar.
En relación a lo que fue el proceso anterior bajo las órdenes de Nicolás Larcamón, la escuadra del Bajío dio varios pasos hacia atrás, cuando se supone que con Bava en el timón se buscaba retomar ese ADN ofensivo y protagónico. Los refuerzos sirvieron de poco y nada, incluido un Andrés Guardado que se la pasó más tiempo entre algodones que en el terreno de juego. Lo único rescatable pareciera ser la actuación individual de un Federico Viñas que, con ocho anotaciones, pudiera contender por el título de goleo individual.
Todo se complicó en el Olímpico Benito Juárez desde la primera parte cuando los Bravos tomaron ventaja en el marcador. Al minuto 39, en la acción menos pensada, el brasileño Edson Da Silva sacó una especie de tiro-centro que acabó techando a Cota. El meta felino pudo haber hecho algo más en la jugada, pero la esférica se incrustó justo en la horquilla derecha. Los felinos lucían contra las cuerdas y frente a un rival que se encontraba muerto en vida, completamente penando en el purgatorio desde las jornadas anteriores.
Y los locales tuvieron la chance de irse con dos de ventaja al entretiempo, solo que el palo salvó a los guanajuatenses en el horripilante rebanón del colombiano Guerra. La Fiera se veía tocada, sacudida y por ello en el descanso es que Bava tuvo que charlar o gritar horas extras para buscar enderezar el rumbo de una nave verde que se iba directa a pique.
León reaccionó, igualó los cartones al 58´ de tiempo corrido gracias a que Viñas salvó una pelota que amenazaba con irse por la línea de fondo. Fue entonces que el sudamericano levantó la cara, metió servicio y Adonis Frías lo finiquitó teniendo prácticamente encima a Sebastián Jurado que, a la postre, sería el gran verdugo de los verdiblancos al tapar por lo menos tres claras, un par de esas al “Diente” López. El reloj avanzó y León vio enterradas todas sus aspiraciones en una campaña digna del olvido y que seguramente generará drásticas decisiones desde el escritorio de Jesús Martínez Jr.