León, Guanajuato.- Lejos han quedado aquellos años de bonanza; hoy, la fórmula Pachuca parece que de a poco empieza a replicarse en el Club León, con un plantel de nombres no tan rimbombantes, mucha juventud, elementos de experiencia y jerarquía en ciertas posiciones y así una nómina mucho más ligera y fácil de solventar, todo esto con miras a un nuevo intento por abolir la multipropiedad en el balompié mexicano.
Pero mientras eso sucede, si es que realmente llega a pasar, en tierras esmeraldas se ha dispuesto una reingeniería casi total. Los referentes de torneos anteriores, las denominadas “vacas sagradas”, para algunos, han cumplido su ciclo. Las salidas de Rodolfo Cota, William Tesillo, Elías Hernández y Ángel Mena, hasta ahora solo confirmadas las de Tesillo y “El Patrullero”, suponen una nueva en la “guarida”.
La reestructuración tiene muchas semejanzas a la que se dio años atrás en la Bella Airosa, en donde se apostó por una cantera bien arropada por tipos de peso específico dentro y fuera de la cancha, así como un entrenador, Guillermo Almada, que confía plenamente en la sangra nueva y que ha utilizado desde su arribo por convicción y no por obligación.
En León
La Fiera luce diferente en la pretemporada, incompleta por los que nos están, por los refuerzos que no han llegado y porque Jorge Bava ha considerado a más jugadores de las fuerzas básicas que lo que, en su momento, requirieron Nacho Ambriz, Ariel Holan, Renato Paiva, quien supuestamente iba a detonar la cantera y no se diga de Nicolás Larcamón.
Oscar García, Irving Martínez, Alan Gutiérrez, Jonathan Reyes, Kevin Mora, Víctor Barajas, Oscar Alba, Román Almanza, Alexis Valadez, Yael Uribe, Roberto Cervantes y Luis Ramírez, son los chavos que están trabajando para llenarle el ojo al timonel charrúa, todos ellos contando con registro en las categorías Sub-16, Sub-18 y Sub-23.
Cabe señalar que, a estos elementos, en el equipo mayor se encuentran varios más por debajo de los 25 años o que apenas y los han rebasado como Fidel Ambriz (21), Oscar Villa (23), Alfonso “El Plátano” Alvarado (24) e Iván Moreno (26), de hecho, de los actuales extranjeros Edgar Guerra tiene 23, Gonzalo Napoli 24, Federico Viñas 25, en tanto que Alan Medina y Adonis Frías cuentan con 26 años.
De los jugadores que, en teoría, seguirían en la institución, solo tres cuentan con 30 años o más, casos del “Diente” Nicolás López (30), Alfonso Blanco (36) y Andrés Guardado (37).
Asimismo, Jesús Daniel “El Primo” Hernández, primer fichaje que se ha dado a conocer tiene 22 años y Ettson Ayón, quien llegaría de los Gallos Blancos del Querétaro, cuenta con 23. Con todo esto, en una nueva era, León bajaría considerablemente su promedio de edad, intentando recobrar esa frescura y dinamismo que tanto caracterizó a las gestiones de Matosas o Ambriz. De si la fórmula funcionará como en Pachuca, esa será la incógnita.
En Pachuca
El proceso de reconversión en tierras hidalguenses no dolió tanto. Si bien, con Paulo Pezzolano el pelear por un título no fue opción, con Guillermo Almada todo cambió, ganando una liga, donde se le pasó por encima al Toluca y días atrás, los Tuzos tomaron el cetro que los esmeraldas dejaron vacante en la Copa de Campeones de la Concacaf.
En cada una de sus líneas, los Tuzos presumieron el trabajo de su cantera con nombres como los de Carlos Moreno, José Eulogio, Jorge Berlanga, Julio Pérez, Bryan “El Cotorro” González, Ari Contreras, René López, Elías Montiel, Pedro Pedraza, Erick “Chiquito” Sánchez, Alan Bautista, Israel Luna, Owen González, Emilio Rodríguez y Alexei Domínguez, todos ellos viendo minutos en el último torneo y estando por debajo de los 25 años, salvo el guardameta Moreno que tiene 26, pero que es producto de las inferiores blanquiazules.
Almada supo arropar a sus jóvenes a través del capitán Gustavo Cabral, Nelson “El Mago” Deossa, Oussama Idrissi y un Salomón Rondón que hasta compartió el título de goleo individual con Viñas, Antuna y Cambindo.
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Pachuca ha sido el fiel reflejo de que, cantera, guiada con experiencia y confianza total de cuerpo técnico y directiva, puede llegar a trascender y no necesariamente es sinónimo de escasez o fracaso. Así que, por esa misma línea pareciera que empezará a trabajar el Club León, en un modelo ya probado, que tuvo éxito, pero que dependerá mucho de las herramientas que Jorge Bava pueda poner a disposición.
