Se autodenominan “Los Incomparables” y es la afición de Tigres que en todos lados está presente.

No importa la distancia, mucho menos cuánto dinero hay que invertirle al viaje, ver campeón al equipo de sus amores no se compara con nada, absolutamente nada.

Provenientes de la Sultana, de la Ciudad de México, de varios puntos del estado de Guanajuato y hasta de los Estados Unidos, pero los fieles al cuadro del “Tuca” Ferretti tenían la misión de darle una cálida bienvenida a sus muchachos a la capital cuerera.

En la terminal aérea del Bajío nada se pudo ver de los Tigres, el autobús entró casi hasta la pista y luego salió con rumbo al hotel de concentración, ubicado al norte de León.

Pero en el hotel vaya que se armó la fiesta, ahí cerca de 40 aficionados le hicieron una especie de pasillo a los elementos universitarios. Desfilaron Guido Pizarro, Nahuel Guzmán, Javier Aquino, Rafael Carioca, Hugo Ayala, además de Carlos Salcedo y Jesús Dueñas, quienes están listos para reaparecer.

El francés André-Pierre Gignac parecía que pasaba de largo, sin embargo, un aficionado lo sorprendió al entregarle un rompecabezas con la imagen de sus hijos, gesto que agradeció el atacante que está a punto de convertirse en el máximo artillero de su club.

A diferencia del “Tuca” que fue el primero en bajar del camión, Luis Quiñones aguardó hasta lo último para meterse a su habitación.

El arribo de los Tigres a León se dio en completa calma, sin retrasos, aun cuando la lluvia los sorprendió en su trayecto del aeropuerto al hotel. No hubo declaraciones a la prensa.