León, Guanajuato.- ¿Qué importa haber madrugado, no desayunar, faltar un día al colegio y hasta soportar los implacables rayos del sol? En sus rostros se denota la juventud, las ilusiones, el hambre de trascender y todo por llegar a cumplir el sueño de ponerse los tachones, la playera de su club favorito y como la mayoría dice, debutar en primera.
Los sueños comienzan a temprana edad, con un balón, un campo de tierra y hasta en la misma calle, donde una botella y un par de postes se convierten en el Estadio Azteca o en el Nou Camp. Pero llegado el tiempo, el anhelo es cada vez mayor y las visorias de un club profesional pueden ser la vitrina o el escaparate perfecto para allanar el camino. En este caso, La Fiera le ha permitido a más de 6 mil jóvenes guanajuatenses y de entidades aledañas mostrar todo su talento para ingresar a la “guarida”. Es cierto, muchos se presentan, pero pocos siguen adelante; mientras que, para el resto, no es el fin, sino el comienzo de un peregrinar un tanto más complejo, pero en el que el sueño de ser jugador de fútbol a nivel profesional lo puede absolutamente todo.
Juventud y sueños: las visorías del Club León
“Queremos talento, condiciones técnicas, el carácter que identifica a nuestra institución, si el chico reúne esas tres condiciones, podemos hablar de que al momento es un jugador completo”, comentó Jonathan DiGiosia, director de fuerzas básicas del Club León.
La primera sesión de visorías llevadas a cabo en las canchas de la Unidad Deportiva Enrique Fernández Martínez, también conocida como Deportiva del Estado, comprendió a las categorías varoniles de 2007-2008 y 2005-2006, pero también se abrirán en estos días para la 2009-2010, 2011-2012 y 2013-2015, así como la 2006-2010 femenil.
Todos los aspirantes llegaron puntuales a la cita, desde aquellos que buscaron ganar puntos al portar la playera del cuadro panza verde, hasta aquellos que, durante sus minutos en la cancha, jugaron a ser Cristiano Ronaldo o Lionel Messi. Tras pasar la mesa de registros, fue necesario calentar por algunos minutos con los preparados físicos de la institución y, una vez a tono, ahora sí, a sudar la gota gorda y a mostrar sus habilidades con la pelota y otros más bajo los tres palos, esto en el caso de los porteros. Todo concluyó con una charla nutricional y con el ansiado anuncio de aquellos que irán al segundo filtro.
Y precisamente, de lo que viene para esos seleccionados, DiGiosia señaló que “nos acompañarán a La Esmeralda donde tendrán dos semanas para entrenar con nuestras fuerzas básicas y ahí ya veremos sus comportamientos en diferentes situaciones y algo más concreto en situación de juego para ver cómo es que se adaptan”.
Es así que, en el campo de las ilusiones, todos ganaron, los que continuaron y los que a partir de ahora deberán trabajar al doble para volver a intentarlo sin desistir porque solo fracasa aquel que no lo busca.