Lo que inició a cuenta gotas en minutos se volvió una marea verde, miles de aficionados de Club León se hicieron presentes en el Estadio Nou Camp, el duelo de repechaje ante Toluca, fue para muchos el primer reencuentro con el equipo de sus amores.

Por primera vez desde que se permitió el ingreso de aficionados al cubil felino pudieron acceder aficionados en general, los anteriores encuentros fueron deleite de exclusivo de los abonados. El incremento de espectadores se dio gracias a la ampliación del aforo al 50% de capacidad.

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Aunque las puertas de El Glorioso abrieron a las cinco de la tarde, unos pocos fueron los primeros en llegar, los filtros sanitarios iniciaron atendiendo a tres o cinco personas.

Conforme avanzaron los minutos y se acercaba la hora de juego incrementó la afluencia de gente, lo que empezó a cuenta gotas de volvió una marea de playeras verdes faltando media hora para el silbatazo inicial.

A la multitud de esmeraldas se unieron unos cuantos ‘pingos’ que de distintos puntos del país y sobre todo del Estado de México viajaron al Bajío, luciendo sus camisas escarlatas, familias y amigos se tomaron la foto del recuerdo a las afueras del inmueble dos veces mundialista.

Los boletos virtuales y los accesos seccionados por zona del estadio fueron un acierto por parte de la directiva ya que el ingreso fue fluido y rápido, contrario a otras ocasiones no hubo tamborazos, ni porras, la fiesta se vivió dentro del territorio zapatero donde una vez más miles de gargantas a una sola voz rugieron en apoyo de Ignacio Ambriz y sus hombres.