Con un ascenso, cinco finales y tres títulos de Liga MX hasta el momento, lo de la familia Martínez y Grupo Pachuca al frente del Club León ha sido simple y sencillamente un cuento de hadas.

Apenas el mes pasado se cumplieron 11 años de que Jesús Martínez Murguía tomó las riendas administrativas de la institución. El resto es una historia por todos conocida ya que La Fiera enterró una década de sombríos pasajes por la división de plata y retomó protagonismo entre la crema y nata del máximo circuito.

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Hoy, los esmeraldas se encuentran ante la posibilidad de bordarle una estrella más al escudo, hecho que de consumarse los metería entre los cuatro equipos más ganadores de la historia, igualando al Cruz Azul con nueve gallardetes.

Se reafirma “el matosisimo”

Tras alcanzar el ascenso en 2012, León se quedó a un paso de llegar a la final en su torneo de retorno, sin embargo, a la campaña siguiente los pupilos de Gustavo Matosas escribieron un nuevo capítulo de gloria al ganarle la final a las Águilas del América en el Estadio Azteca. En esa temporada del Apertura 2013, los verdes fueron terceros de la tabla con 30 puntos, ganando ocho, empatando seis y perdiendo tres en la fase regular. Ya en la liguilla, golearon a Monarcas Morelia en los cuartos de final, en semis despacharon a Santos y luego vino esa noche del 15 de diciembre donde Mauro Boselli, Nacho González y “El Aris” Hernández, le dieron forma a un contundente global de 5 a 1 para conquistar el “Coloso de Santa Úrsula”.

Nace el bicampeón

En la historia de los torneos cortos solo Pumas había sido capaz de conseguir un bicampeonato, hasta que La Fiera levantó el trofeo del Clausura 2014. Matosas y los suyos ya se hacían de vacaciones, sin embargo, una combinación de resultados en la última fecha los metió como octavos a la fiesta grande. Ante la sorpresa de propios y extraños, León le remontó al líder Cruz Azul, posteriormente dejó en cero al Toluca y en la final le pegó en tiempos extras 4 por 3 a su “hermano” Pachuca, serie que cerró tierras hidalguenses.

Inesperado tropiezo

Tuvieron que pasar cinco años y cuatro entrenadores para que los panzas verdes volvieran a otra final, esto en el Clausura 2019. Bajo las órdenes de Nacho Ambriz, ese León alcanzó una racha de 12 triunfos en fila, rebasó la barrera de las 40 unidades, tuvo en Ángel Mena al campeón de goleo y en J.J. Macías al máximo artillero mexicano. Pero el desenlace no fue el esperado, todo marchaba bien tras eliminar en la liguilla a Tijuana y América, solo que contra Tigres la pólvora se secó. Bastó la solitaria anotación de André-Pierre Gignac en la ida, para que los universitarios resolvieran el campeonato en el Nou Camp. Aquel terminaría siendo uno de los descalabros más fuertes en la era Ambriz.

Se sacan la espina

En un año donde el mundo cambió debido a la pandemia por Covid-19, el León de Nacho Ambriz se vio obligado a caminar solo hasta la consecución de la octava estrella. Una vez más se tuvo el liderato general, 40 puntos y el título se gestó a costas de Puebla en cuartos de final, Chivas en semifinales y Pumas en la final. Los verdiblancos se terminaron imponiendo 3-1 a los auriazules con doblete del “Puma” Gigliotti y otra diana de Yairo Moreno, con lo que se proclamaron los mandones del denominado Guard1anes 2021.

Las finales de la Fiera