El ya histórico atacante del Club León, Mauro Boselli se despidió de la afición en medio de sentimientos encontrados: por un lado feliz de enfrentar el reto de militar en el Corinthians y por el otro, triste por no cumplir su sueño de finalizar su carrera en el equipo de sus amores.
Aunque afirmó que no era su deseo entrar en polémica con el dueño del León, Jesús Martínez, aclaró que no era su intención dejar al León.
Antes de abordar el avión que lo llevaría a Brasil, platicó con los medios de comunicación, ante quienes recordó que el torneo pasado no quería hablar con la prensa para no priorizar un tema personal a uno grupal.
“Yo le pedí a mi representante que habla con el presidente (Jesús Martínez) antes del partido ante Pachuca, esa semana él vino por tres días, con la única misión de poder renovar el contrato ya que yo quería terminar mi carrera acá, por una cuestión de amor y cariño al club”.
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Tuvieron, dijo, una reunión y lo que publicó en el comunicado fue lo que se dio en la reunión. “El presidente manifestó que no era prioridad mi renovación, que la prioridad estaba puesta en el Estadio, que me quedaban seis meses de contrato, que la idea era que lo cumpliera y que siguiera mi camino y que en caso de quedarme me podía ofrecer un contrato por un año, con el 30 por ciento menos de lo que ganaba actualmente, yo le dije a mi representante que no tenía problema en bajarme el contrato pero que fuera una propuesta lógica y al no haber negociación, todo quedó ahí”.
BUSCÓ CONCILIAR
El “Matador”, se fue de vacaciones después del partido en Pachuca y envió el comunicado, sin embargo, Jesús Martínez habló con su representante y le dijo que no se presentara en la pretemporada, pero como tenía contrato, el atacante se presentó y entrenó, sin embargo no le dejaron hacer futbol porque la decisión estaba tomada.
El atacante argentino, aseveró, “hable con el presidente y le dije que si en algún momento se había molestado por algo, cosa que no entiendo porque, lo único que hice fue decir lo que había pasado, le pedía disculpas y si lo tenía que hacer públicamente, lo haría, aun sabiendo que yo tenía razón, porque la realidad es lo que paso, yo no le mentí a nadie y él me manifestó que no había chanza de seguir en el club y lo que más me duele es que no le pude dejar nada al club, por que rescindió el contrato, Corinthians no le pagó un solo peso al León”.
SIN RENCORES
Mauro Boselli, reiteró que no quería hablar del tema y al hacerlo no era para generar polémica, pero quería aclarar cómo se dieron las cosas.
“Me hubiese encantado romper el record del ´Dumbo´ López, lo soñaba y lo deseaba, pero seis goles más, seis goles menos, no van a opacar lo que yo hice en la institución. Este episodio no va a empañar los cinco años y medio que se tuve viviendo en el club, estoy muy agradecido con la gente y aunque este episodio no terminó como queríamos, ahora debemos mirar adelante”.
Finalmente, aclaró que no se habló de despedidas con la directiva del Club y que la despedida con la porra fue iniciativa del jugador y de ellos. “Yo quería ver un partido como aficionado, si el club hubiera querido, días antes se planea algo y me entregan algo en medio de la cancha, pero no fue así, fue una cosa personal y disfrute mucho, lo viví de una manera espectacular, fue la mejor despedida”.
“Me voy triste por dejar a un club que quiero tanto, que me ha dado tanto, como yo le he dado al club y una ciudad con la que estoy plenamente agradecido, mis dos hijas nacieron aquí y el agradecimiento para la ciudad es muy importante”, concluyó.