León, Guanajuato.- El joven Pablo Pérez de Lara ve como una auténtica prueba de fuego la cuarta fecha de la Súper Copa que se correrá este próximo fin de semana en el Autódromo de León.
La pista ya la conoce, la ha recorrido infinidad de ocasiones en los seriales de kartismo, sin embargo, esta será la primera ocasión en que el capitalino la disfrute al volante de un auto cien por ciento de carreras y junto a la crema y nata del automovilismo mexicano.
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“Es una de las pistas más complicadas de México por el hecho de que es muy corta, he corrido varias veces ahí en go karts, ahora será la primera ocasión que lo haga en un auto normal y es una pista donde hay pocas zonas de rebase, prácticamente ninguna, entonces debemos ser rápidos en la calificación y tener una buena posición de salida”, manifestó Pérez de Lara en charla con El Sol de León.
Para esta temporada, la Súper Copa presenta un formato diferente en su categoría estelar y donde dos pilotos pueden compartir el mismo auto, en este caso, Pablo ha venido haciendo dupla con un viejo lobo de mar como lo es Hugo Oliveras.
“Con Hugo todo es muy fácil, existe una gran relación, yo estoy muy agradecido con él por todo lo que me ha apoyado y las oportunidades que me ha dado, si es algo diferente estar compartiendo un coche en la misma carrera, pero los dos nos hemos adaptado muy bien”.
A SEGUIR CON LA DINASTÍA
El apellido Pérez de Lara tiene su peso dentro del deporte motor nacional, por ello que Pablo busque seguir los pasos de su padre, Ricardo Pérez de Lara, quien durante muchos años brilló en el Ferrari Challenge y en la Copa Porsche GT3.
“Todo lo que tengo en este deporte se lo debo a mi papá, pero más allá de verlo como una presión lo siento como una gran ayuda, él me ha enseñado todo lo que sé y no me queda más que agradecerle. Ahora que me está tocando competir contra él de verdad que es algo muy divertido, lo estamos disfrutando y viendo todo lo que hemos conseguido juntos”.
Finalmente, el también integrante de la F4 NACAM aseguró que dentro del trazado el lazo familiar se olvida ya que su mentor se convierte “en un competidor más y busco ganarle”.