León, Guanajuato.- Al grito de ¡Hoy a que ganar verdiblanco!, cientos de aficionados recibieron al Club León en previo a la semifinal de vuelta ante Chivas.
Para los más veteranos, románticos e historiadores, el duelo entre Club León y Chivas es el primer clásico que hubo en el balompié azteca, esa atmósfera de añeja rivalidad imperó entre los seguidores panzaverdes que acudieron religiosamente a cantar y saltar como muestra de devoción a su Fiera.
A pesar de la presencia de elementos de seguridad, de las vallas metálicas y de todo el operativo sanitario que se implementó, no fue limitante, ni obstáculo para la marea verde que tomó el López Mateos para formar su mega túnel, la línea de aficionados se extendió de la entrada del estacionamiento del Estadio León hasta el Vasco de Quiroga.
Abuelos, padres de familia, niñas y niños, pintaron de verde los alrededores del Glorioso, las bengalas nuevamente fueron la luz que indicó el camino que debió seguir el Fierabus para encontrarse con su destino y el de miles de aficionados.
Era tanta la presencia de espectadores esmeraldas que el trayecto que debió tomar escasos cinco minutos se alargó a casi media hora. Las porras de "¡León, dale León,! y ¡Tenemos que salir campeones este año, ustedes poniendo lejos y yo alentando!" retumbaron en el aire cual rugido.
Previo a todo el carnaval zapatero, algunos aficionados de Chivas se presentaron, la pequeña comitiva rojiblanca viajó desde Guadalajara y el Estado de México solamente para tomarse la foto del recuerdo fuera del cubil felino.
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