León, Guanajuato.- En el mundo actual, ser maestra o maestro se ha convertido en una profesión de riesgo, pues las nuevas generaciones defienden sus ideales y derechos, y en ocasiones, lo que pudiera ser una llamada de atención, para otros puede considerarse una falta de respeto o una percepción más grave.
La vocación es un factor importante a la hora de elegir esta profesión que es muy exigente y que tiene una enorme responsabilidad y en el camino de aprendizaje también se comenten errores muy comunes que se pueden corregir para el bien de los maestros y de sus estudiantes.
1. Visibilidad
Después de casi dos años de llevar clases virtuales, ahora más que nunca es importante la presencia y visibilidad en el aula.
Para los estudiantes es importante tener una referencia visual de su profesor o profesora, por lo que expertos recomiendan preferentemente estar de pie y en constante movimiento para que los educandos fijen su atención. Esto también permite un mayor control del grupo.
2. Escuchar
No es lo mismo oír que escuchar, y los estudiantes lo saben, lo perciben, lo sienten. Cuando se les escucha se da importancia a lo que dicen, piensan y sienten. Con esto se aumenta la empatía y se mejora la relación con ellos.
➡ Suscríbete a nuestra edición digital
3. Contacto visual
Aunque los maestros enseñan a través de la palabra oral y escrita, en estos tiempos post pandemia, lo visual es de suma importancia, no solo en los elementos gráficos o multimedia que se utilizan para las clases, hay un elemento más importante: la mirada.
El contacto visual debe ser director a los ojos, de no hacerlo se les transmite a los estudiantes inseguridad, duda, incomodidad, falta de empatía.
4. Códigos
Para que exista una correcta comunicación entre dos personas, estas deben conocer y compartir el mismo código.
Los docentes tenemos la facultad de dominar todos los registros de una lengua, desde el culto hasta el vulgar, pasando por el coloquial. El error que cometen es pensar que también sus alumnos dominan todos estos registros.
En la medida que sean capaces de compartir al máximo el mismo código, más fluida será la relación entre alumno y docente y mayor será el grado de comprensión.
5. Estado de ánimo
En algunos casos, los docentes permiten que sus problemas personales se trasladen al aula.
Ahí se muestran con poca paciencia, irritados o gritan por cualquier situación. Lo recomendado es ser profesional bajo cualquier circunstancia para dignificar su trabajo.
6. Educar desde el miedo y la autoridad
Muchas veces los docentes mezclan conceptos como la educación, el respeto y la autoridad. Asimilan el control de una clase con medidas que fomentan el miedo a sus alumnos o la amenaza ante el incumplimiento de alguna norma.
Desde el principio se debe enseñar a los alumnos desde el respeto, desde la responsabilidad. Nunca hay que enseñar desde el castigo, la amenaza o el miedo.
7. Mezclar lo profesional con lo privado. Redes sociales.
En la sociedad actual la privacidad se está convirtiendo en un lujo. El ámbito privado de los docentes es algo que se tener en cuenta porque un mal uso de su privacidad puede afectar negativamente.
Se trata de mantener una distancia con los estudiantes, en especial, por lo que a las redes sociales se refiere. De ahí que sea necesario mantener unas pautas de actuación muy estrictas.