A pesar de este accidente las naves Soyuz mantienen una tasa muy elevada de lanzamientos exitosos. Además, el sistema de seguridad que permitió el regreso con vida de los astronautas en octubre funcionó perfectamente
El reciente lanzamiento fallido de una nave Soyuz a la Estación Espacial Internacional (ISS) se debió a la "deformación" de un sensor, según informó el jueves la comisión de investigación, asegurando que los culpables serían castigados y que esta lanzadera es "la más fiable".
La disfunción que provocó el accidente en octubre se debió a una "deformación de la varilla del sensor" durante su "ensamblaje en el cosmódromo de Baikonur", anunció Oleg Skorobatov, uno de los encargados de la comisión formada tras el despegue fallido que obligó a los dos tripulantes de la nave a efectuar un aterrizaje de emergencia.
"Baikonur es el único lugar donde esto pudo ocurrir", añadió Skorobatov, afirmando haber "descartado" que los problemas pudieran provenir de la planta donde fueron fabricados y pidiendo un "control repetido" de estos sensores.
El 11 de octubre, el vuelo de Nick Hague y Alexei Ovichinin fue interrumpido dos minutos después del despegue, y la cápsula en donde estaban los dos astronautas se desprendió automáticamente del resto del cohete después del incidente.
Este fracaso refleja las constantes dificultades de la industria espacial rusa, que es sin embargo uno de los orgullos nacionales.
La corrupción, especialmente en la construcción del nuevo cosmódromo ruso de Vostochny, es a menudo blanco de críticas. Pero también se habla de los problemas de fabricación y de concepción, como por ejemplo, en la pérdida de una nave Progress para llevar suministros en diciembre de 2016.
Las autoridades rusas prometieron asimismo castigar a los culpables de este nuevo fracaso bochornoso y pidieron asegurar que todo el personal del cosmódromo está calificado.
"Aconsejamos volver a hacer pasar pruebas de calificación al personal de Baikonur, aunque tenga experiencia, organizando sesiones de informaciones adicionales", declaró Dimitri Baranov, uno de los responsables rusos que participó en la rueda de prensa.
Otro, Alexander Lopatine, aseguró que los resultados de la comisión de investigación "fueron transmitidos a las fuerzas de seguridad": "Hay un apellido y un nombre para cada accidente".
Baranov, un dirigente de la empresa RKK Energia que concibe y produce las naves Soyuz, aseguró sin embargo que las Soyuz son "las naves más fiables" que existen.
A pesar de este accidente y de una serie de problemas técnicos que empañaron la imagen del sector espacial ruso, las naves Soyuz mantienen una tasa muy elevada de lanzamientos exitosos. Además, el sistema de seguridad que permitió el regreso con vida de los astronautas en octubre funcionó perfectamente.