Los plásticos y otros depósitos sólidos están destruyendo los océanos, esenciales para la vida en la Tierra y si mantenemos este ritmo, destruiremos la raza humana, alerta la oceanógrafa Sylvia Earle.
En entrevista con El Sol de México, la fundadora de la organización Mission Blue, que estudia los océanos, comenta que durante mucho tiempo los gobiernos y organizaciones han peleado para comprobar lo que descubrió Galileo: las planetas giran alrededor del Sol.
Sin embargo, lamenta que no sabemos mucho sobre los océanos que cubren el 71% de la superficie de la Tierra y son fuente importante del oxígeno que necesitamos los seres humanos para sobrevivir.
No solo oxígeno
“Ya comprobamos que los planetas giran alrededor del Sol. Sabemos que vivimos en el sistema solar y hay que muchísimas galaxias, pero ahora tenemos que pelear por lo que tenemos. Hacer la paz con la naturaleza es nuestra prioridad”, dice Earle, quien ha pasado su vida promoviendo la protección de los océanos y de la vida marina.
Recuerda que los océanos, que representan el 99% del agua del planeta, nos dan muchísimo, al proporcionarnos no solamente el oxígeno que respiramos, sino también generan las lluvias, impactan el clima y son el hábitat de muchas especies.
“Mi principal frustración es que al ver que no sabemos mucho sobre los océanos, seguimos explorándolos ciegamente en lugar de explorarlos realmente para saber lo que hay en ellos. Antes de ir, hay que saber lo que hay, conocer quienes viven ahí. Los océanos están llenos de vida. Todo lo que hay en la Tierra depende de los océanos: los microbios, los gases, etcétera”, explica.
Earle, quien presenta programas sobre los océanos en National Geographic desde 2009, comenta que sólo se ha podido mapear hasta el momento el 10% de esta superficie, por lo que hay que invertir más en este ecosistema y tratarlo con respeto, porque “lo que sabemos hoy es que los océanos nos mantienen vivos”.
A sus 82 años, la oceanógrafa sigue buceando y lo hará hasta que lo pueda hacer, porque es su pasión y lo que más disfruta de la vida.
“Sigo respirando, entonces sigo buceando. Me encanta estar mojada, estar en el agua, me encanta bucear y lo voy a hacer lo más que pueda. Es una de las mejores cosas que podemos hacer como humanos”, asegura.
No obstante, el poco cuidado de los océanos por la gente la entristece. Plásticos, popotes, botellas de agua, bolsas y mucha otra basura se encuentra ahora en los diferentes mares del mundo y se ha incrementado de manera exponencial en los últimos 15 años.
Recuerda que cuando era niña, se decía que lo que se tira bajo la tierra desaparecía, pero el impacto ahora es conocido. La basura no ha desaparecido y los mismos océanos están mandando mensajes para que la población del mundo cambie sus hábitos.
Las imágenes de ballenas muertas llenas de plástico, de una tortuga a la cual se le intenta quitar un popote atascado en su nariz y de pájaros marinos manchados de petróleo derramado en los océanos, hicieron el tour del mundo en los últimos años.
Al descubrirse las islas de basura en el Caribe y en el Pacífico, las Naciones Unidas y otras organizaciones civiles han alertado que si se siguen tirando tantas bolsas de plástico, popotes y botellas de agua en las playas, para 2050 habrá más desechos en los mares que peces.
“Los plásticos no existían antes de los años 50. Nueve o 10 por ciento de todo el plástico que hay ahora en los océanos, llegó en los últimos 15 años o muy probablemente desde hace cinco años. Estamos incrementando el uso del plástico y estamos abusando de las bolsas de plástico para uso único, de las botellas de agua y de los popotes. Sabemos que hay límites y ahora tenemos que respetar el límite de la Tierra”, señala.
La Tierra es nuestro hogar
Si bien se atribuye la basura y los plásticos en los océanos al turismo que se ha desarrollado en las costas de los diferentes países, Sylvia Earle afirma que todos los seres humanos somos responsables de la situación actual.
Por lo tanto, todos debemos cambiar nuestra forma de vivir y cuidar el planeta.
“Si queremos respirar, y me gusta respirar, tenemos que tomar consciencia de que lo que se queda en el sistema, sea tierra o mar, se va a quedar ahí”, advierte.
Además, no existe otro planeta como ciertas personas intentan hacer con la exploración de la Luna, de Marte y de otras galaxias.
“Debemos de resolver los problemas aquí y cuidar nuestro planeta para hacer sostenible el futuro de nuestras civilizaciones. Hagamos la paz con la naturaleza aquí en la Tierra y reconocer que aquí es nuestro lugar en el sistema y proteger lo que necesitamos.
“No hay otra opción, a pesar de que creemos o no en la protección de los árboles, peces, manglares. Si no lo hacemos nos moriremos y desapareceremos. Nuestras vidas dependen de que hagamos de la Tierra un lugar habitable”, afirma.
Si existen muchas razones de desesperarse, también hay muchas otras para tener esperanza y México está haciendo un buen trabajo en la protección de áreas marinas, asegura Earle.
“México cuenta con una de las áreas marinas protegidas más grandes del mundo y con la intención de hacer más. Esto es un regalo no solamente para México sino también para el mundo”, dice.
“Me impacta que haya tanta gente que se preocupa activamente por el cuidado de los océanos”, agrega.
Mucha gente, incluso en México, está ahora trabajando en la protección de los océanos y lagunas donde nacieron las ballenas y para limpiar las playas, a fin de mejorar la situación de estos ecosistemas.
Por ignorancia, lamenta, durante muchas décadas se han tomado acciones en contra del medio ambiente, pero no todo está perdido. Hay que actuar ahora antes de que ya sea demasiado tarde.
“Los próximos 10 años pueden ser muy importantes para los próximos 10 mil años porque las opciones se están reduciendo. Estamos perdiendo especies, estamos perdiendo la oportunidad de arreglar lo que está mal y hacer que nuestro lugar sea seguro”, argumenta.
Una cosa la enorgullece: los niños. La nueva generación ya conoce la situación del planeta y de los océanos. Se les enseña sobre los efecto del carbono en el medio ambiente.
“Eso hace que hay lugar a la esperanza y que podemos hacer algo para proteger la tierra y los océanos. La organización que fundé, Mission Blue y lo que he estado haciendo con National Geographic durante años, busca identificar áreas críticas en la tierra y los océanos para motivar a los gobiernos y a la gente para que actúen, financien y apoyen acciones que nos permitan mantenernos seguros”, finaliza Earle.