Por lo general, no es complicado hacer bajar la fiebre. Existen muchos medicamentos para lograrlo y hacer que la temperatura corporal baje rápidamente. Pero no siempre es lo mejor.
La fiebre suele llevar a la cama, ¡y lo bien que hace en forzar ese reposo! Cuando uno toma algún medicamento, puede que sepulte los síntomas e incluso se sienta mejor, pero la infección que generó la fiebre no desaparece.
Es más, si uno se hace el vivo con una infección y no le permite al cuerpro combatirla, puede llegar a tenérselas que ver con una inflamación de los músculos cardíacos. Así que, por lo general, puede ser muy sano dejar que la fiebre te lleve a la cama, te obligue al reposo y permita que el cuerpo se concentre en combatir lo que haya dando vueltas.
Eso sí, si la temperatura sube por encima de los 40 grados o si persiste durante más de tres días o si se ve acompañada de algún otro síntoma fuerte, tienes que ir al médico.
Lo mismo vale para las personas que sufren algún tipo de enfermedad crónica o para los niños, en cuyo caso no conviene que la temperatura pase los 38.5 grados.