Tras las reiteradas amenazas de abandonar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, por parte del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, abogados estadounidenses preparan una estrategia legal para contrarrestar la posible decisión ante el Congreso norteamericano.
La noticia fue publicada en el diario The Wall Street Journal (WSJ), y se explica que equipos legales expertos en comercio se reúnen de manera informal para construir una estrategia, aunque la mayoría no quiere discutir el asunto públicamente mientras las reuniones continúan.
De acuerdo con el texto, la propuesta se deriva ante la duda sobre si el mandatario norteamericano tiene la autoridad para eliminar un acuerdo comercial existente.
“Esta es una especie de territorio inexplorado en el que nadie sabe realmente la respuesta”, opinó Warren Maruyama, un exfuncionario de comercio de los expresidentes Ronald Reagan y de los dos expresidentes George Bush.
El diario añade que Trump, casi con certeza, “enfrentará desafíos legales si toma medidas para rehuir del pacto”, de acuerdo con los abogados.
Estos desafíos legales provendrían particularmente de industrias, como del sector automotriz, que depende del libre comercio en todo el continente.
En tanto, el secretario de economía, Ildefonso Guajardo, insistió en que el TLCAN deberá ser un acuerdo que sea aprobado por el legislativo, y no solo por poder judicial como ocurrió en el pasado cuando había mayoría.
Tras participar en la II Convención Nacional de la Cadena Fibra-Textil-Vestido, en Cancún, Quintana Roo, el funcionario federal destacó:
“Hoy el gobierno no tiene mayorías en el Senado. Si no hay garantías de que este tratado sea del interés y del beneficio de México, no habrá posibilidad para su aprobación. No va a ser considerado por un gobierno que tiene mayoría en el legislativo como sucedió en 1993”.
Reiteró que el país está listo para implementar su plan B, y recordó que la negación de la versión 2.0 del pacto firmado hace 23 años no es tradicional, porque no hay una alineación en las visiones que cada país tiene, sobre todo Estados Unidos.
Aseguró que hoy se enfrentan nuevos paradigmas y una visión diferente de lo que significa comercio justo.
“Estamos enfrentado paradigmas distintos, los negociadores mexicanos y canadienses no vamos a poder suplantar lo que cien premios Nobel han tratado de hacer para educar a su propia administración”, apuntó.