El valor económico, social, cultural, religioso, alimentario y gastronómico del maíz, del cual en México se cuenta con más de 60 razas nativas, puso de manifiesto el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
En la conferencia “Día Nacional del Maíz”, Conmemoremos sin glifosato y transgénicos, el funcionario de la Sader comentó que el encarecimiento de los agroquímicos que hoy duplican e incluso triplican sus precios respecto de un año atrás, es un elemento propicio para fortalecer el convencimiento campesino para dejar de usar esos productos sintéticos e inclinarse por los bioinsumos.
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Recordó la determinación presidencial de reducir gradualmente y eliminar en enero de 2024 el uso del glifosato así como acotar la siembra y comercialización de maíces transgénicos.
“Nos tocó vivir un punto de quiebre. Las tareas del gobierno por alcanzar la autosuficiencia alimentaria se influyen cada vez más por acciones que desde varios programas públicos se busca la transición agroecológica”.
Esto es, dejar atrás, sepultar el paradigma de la revolución verde, de uso intensivo de agroquímicos, de dependencia de proveedores transnacionales. Y en cambio fortalecer la capacidad campesina de elaborar sus propios bioinsumos y producir alimentos saludables y con respeto al medio ambiente.
También informó que del 5 de septiembre al 15 de octubre, 15 mil familias campesinas junto con mil técnicos participan en la Estrategia de Acompañamiento Técnico (EAT) del programa de Producción para el Bienestar (PpB).
Se trata de 200 eventos interregionales en conmemoración del Día Nacional del Maíz, que oficialmente es el jueves 29 de septiembre. Todas estas acciones llevan el sello de la transición agroecológica.
También participan los aprendices de sus padres o abuelos agricultores en Jóvenes Construyendo el Futuro y otros actores como autoridades estatales, municipales y ejidales; centros académicos y de investigación; organizaciones no gubernamentales y pueblo en general.
Todas estas acciones implican talleres intercambio de semillas, recorridos en campo, diálogos campesinos, ferias gastronómicas, actividades culturales, concursos, juegos, fotografía, exposiciones, tianguis orgánicos, música y fiesta.
Al final se entregan reconocimientos de productores a productores que visibilizan los esfuerzos por conservar sus semillas y avanzar en la transición agroecológica, dijo Suárez Carrera.
A su vez, la titular de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), María Luisa Albores, destacó la relevancia del decreto presidencial del 31 de diciembre de 2020, que prohíbe el uso del glifosato y la siembra del maíz transgénico,
Del mismo decreto habló la directora general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), que descarga en este organismo la responsabilidad de articular, promover y apoyar investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos e innovaciones que permitan sustentar y proponer alternativas al glifosato.
Y el director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Simón Barquera Cervera, expuso evidencias sobre los riesgos y daños a la salud humana que representa el glifosato e hizo varias recomendaciones.
Entre otras, limitar la exposición a este elemento químico; desalentar el consumo de cultivos transgénicos, sobre todo los resistentes al glifosato. Y promover el consumo de productos locales como el maíz en todas sus variedades.
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