México va contra EU ante la OMC por imposición de aranceles al acero y aluminio

Por décima ocasión, México iniciará en la Organización Mundial de Comercio un proceso de solución de controversias en contra de Estados Unidos. Este nuevo caso por los aranceles que impuso Washington al acero y al aluminio nacionales seguirá la ruta de casos emblemáticos como el litigio por el atún, el cemento o el tomate.

Con el anuncio de la Secretaría de Economía (SE) de ayer, México al igual que Canadá y la Unión Europea, impugnará ante el organismo de comercio los impuestos anunciados por la administración Trump a las importaciones de acero (25%) y al aluminio (10%), vigentes desde el viernes pasado.

De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC), un caso que siga su curso hasta la primera resolución por parte del Órgano de Solución de Diferencias tarda un año aproximadamente un año, pero este periodo se extiende si hay apelaciones.

Un caso que México litigó ante la OMC se originó por la negativa de Estados Unidos a otorgar la etiqueta “dolphin safe”al atún mexicano, lo que impedía su comercialización en aquel país. El proceso inició formalmente el 24 de octubre de 2008; en 2015, la OMC resolvió a favor de México; en octubre de 2017, un fallo del organismo favoreció a Estados Unidos, pero fue apelado, un recurso que actualmente se encuentra en proceso.

Además del diferendo por el atún, México ha llevado otros ocho casos ante el órgano de solución de controversias. La demanda más antigua es la presentada el 1 de julio de 1996 en relación con la investigación antidumping de las importaciones de tomates frescos o refrigerados procedentes de México, un caso que continúa en proceso.

Otro caso relevante data de 2003, en relación con medidas antidumping impuestas por Estados Unidos a las importaciones de cemento Gray Portland y tipo clinker procedentes de México; y una investigación en relación con medidas antidumping a las importaciones de tuberías para perforación petrolera originarias de nuestro país.

Estados Unidos enfrenta 33 demandas de la Unión Europea y 19 de Canadá, a las que habrán de sumarse las denuncias que anunciaron por los aranceles al acero y al aluminio.