León, Guanajuato.- Diariamente los diferentes medios de comunicación “inundan” de contenidos y noticias que compiten por captar la atención de la audiencia, lo que puede ser abrumador para los consumidores.
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Cantidad interminable de información está disponible al instante en artículos, clips de video, fotos u otros medios en sitios web de noticias, redes sociales, televisión, radio y otras fuentes.
ESET, la compañía líder en detección proactiva de amenazas, analiza los problemas para lidiar con la sobrecarga de información que llega desde el mundo digital y para discernir entre lo que es real y ficción.
“La información falsa llega significativamente más lejos, se mueve más rápido, penetra de forma más profundo y su alcance es mayor que la verdad”, dice una investigación del MIT publicada en 2018 que analizó las noticias compartidas en Twitter.
Incluso al eliminar los bots y considerar solo las interacciones humanas reales. Los resultados son sorprendentes hasta el punto de que concluyeron que “la información falsa tenía un 70% más de probabilidades de ser retuiteadas que la verdad”.
El problema puede ser el sesgo cognitivo. Si bien permite recordar procesos previamente aprendidos y reconocer situaciones familiares, puede dejar susceptible ante los atajos mentales y puntos ciegos.
En 2018, cuando Larson escribió sobre difundir información errónea, utilizó un término familiar recientemente: super-spreaders o supercontagiador, al igual que con los virus. Una imagen que explica cómo los trolls en Internet “causan estragos publicando deliberadamente comentarios polémicos e incendiarios”.
Pero mientras algunos son solo personas aburridas usando el manto de invisibilidad de internet, otros se dedican a esto como un trabajo, inflamando la opinión pública y perturbando los procesos sociales y políticos.
Dos investigadores de Oxford descubrieron varios ejemplos de cómo tanto el gobierno como las empresas privadas administran “tropas cibernéticas organizadas”. Estos batallones de trolls y bots utilizan las redes sociales para moldear las mentes de las personas y amplificar “voces e ideas marginales al inflar el número de likes, compartidos y retweets”.
¿Cómo gestionar el contenido publicado en las plataformas en línea?
Facebook, Twitter, Telegram y YouTube han sido criticados por su forma de actuar ante contenido engañoso, con algunos gobiernos que solicitan más responsabilidad e incluso considerando la posibilidad de impulsar la regulación de estos servicios para la difusión de contenido prohibido o ideas falsas y extremistas.
En enero de 2022, los sitios web de verificación de hechos de todo el mundo se dirigieron a YouTube con una carta abierta, alertando a la plataforma de video más grande del mundo de la necesidad de tomar medidas decisivas, principalmente “proporcionando contextos y ofreciendo rectificaciones”, en lugar de solamente eliminar el contenido de video. En la carta también se abordaba la necesidad de “actuar contra los reincidentes” y aplicar esos esfuerzos “en idiomas diferentes del inglés”.
Existen las plataformas de verificación de hechos, investigando y evaluando la calidad de la información incluida en una noticia o en una publicación viral en las redes sociales. Sin embargo, incluso estos recursos tienen sus propias limitaciones.
La mayoría de estos sitios web siguen un indicador tipo barómetro que va desde “falso” a “mayormente falso”, “mayormente verdadero” a “verdadero”. Del mismo modo, la validez de esta investigación también puede ser desacreditada por aquellos que no ven sus ideas confirmadas.
“La solución estaría en campañas educativas y el dialogo. Mientras algunos países tienen buenos resultados en alfabetización digital y educación, otros no. La disparidad es grande, pero todos convergen en el mismo espacio virtual compartido donde no todos quieren dialogar, escuchar o comprometerse realmente. No obstante, tenemos un papel que desempeñar cuando se trata de discernir lo real de lo falso, y en el contexto de una guerra, este trabajo individual adquiere una importancia aún mayor.”, comentó André Lameiras, Security Writer de ESET.