Agradecido con la ópera y su propia voz, el internacionalmente reconocido tenor mexicano Ramón Vargas, celebrará 40 años de carrera con un único concierto en el mismo escenario que lo vio despegar de manera profesional, en 1983, el Palacio de Bellas Artes.
El recital se llevará a cabo el próximo 10 septiembre, será una presentación que, como una galería de recuerdos sonoros, evocará varias de las interpretaciones que han marcado la trayectoria de este cantante que ha llegado a ser considerado “el mejor tenor del mundo”.
“El gusto y placer que significan estos 40 años de carrera han sido, hasta cierto punto, algo inesperado, porque nunca pensé que la música y el arte me trajeran tantas satisfacciones. Yo creo que la gran mayoría de las personas que conozco los he conocido por la ópera, desde mi esposa, hasta amigos que son piedras angulares. Es por eso que la ópera es una parte fundamental en mi vida. En verdad estoy feliz de poder celebrar en Bellas Artes, en mi patria y con mi gente”, expresa Ramón Vargas, en entrevista con El Sol de México.
LA VIDA NO REGALA NADA
Con más de 50 roles protagónicos, presentaciones en varias de las casas operísticas más importantes del mundo, entre ellas el Met de Nueva York, y la Scala de Milán, merecedor de múltiples premios como el Echo Klassik de Alemania al Mejor Cantante del Año en 2001 y el Opera News de Nueva York, Ramón Vargas recuerda el camino que comenzó aquel joven cantante en Bellas Artes en 1988 y se muestra reflexivo sobre los esfuerzos y sacrificios que ha conllevado.
“Yo creo que la vida no te regala nada, sin embargo lo que sí reconozco es que existen las oportunidades. El camino del éxito radica en saber tomarlas, al desarrollar tus aptitudes; pero algo que considero muy importante es la actitud que uno tenga ante la vida, el modo en que interpretas las cosas para hacer que los otros interpreten también a partir de lo que tú sientes. Así es como se logra una retroalimentación con el público”, afirma el tenor.
En el sentido de las oportunidades, Vargas, reconoce que siempre serán necesarios apoyos por parte del Estado e instituciones, sin embargo considera que es también responsabilidad de los artistas abrir sus propias puertas, del mismo modo en que él lo ha hecho, y también otros cantantes destacados mexicanos, que han puesto en alto el nombre de nuestro país con su talento en el mundo.
“Los mexicanos somos un grupo de cantantes de mucha excelencia. Algunos con mucho éxito, como Francisco Araiza, como su servidor o Javier Camarena, y también hay otros que trabajan muy arduamente, como Héctor Sandoval y otros. Todos nosotros hacemos patria afuera de nuestra patria, somos elementos importantes que dan una cara distinta de México a la que la gente se imagina”, afirma.
UNA LECCIÓN ARTÍSTICA
Convencido de que “las personas que tienen acceso a la cultura se vuelven más sensibles y respetuosos ante los demás”, Vargas considera que los artistas son “como los pararrayos de la sociedad” y que, aunque en apariencia los cantantes de ópera puedan parecer entregados a un arte no tan moderno, se trata de una expresión artística tremendamente actual, ya que, asegura el tenor, “los seres humanos no hemos cambiado tanto a pesar de los siglos”.
“La ópera es una enseñanza de la condición humana. Ella nos muestra que los seres humanos somos débiles, pero también fuertes, que podemos inclinar la balanza hacia nuestras virtudes o a nuestros pecados. Es algo que se encuentra en todas las óperas, eso es lo que hace de este arte muy actual.
“La ópera es el proyecto humano teatral más ambicioso que existe. No hay ningún otro que se le acerque remotamente. Tal vez es cine, pero se produce y se trabaja para después proyectarse, el valor de la ópera es que se hace en el instante, en el momento y frente al público. La ópera es la esencia de las artes”.
En este sentido, es que Vargas considera que “el futuro de la ópera no está en peligro”, por ser un arte que se consume con gran interés alrededor del mundo y en Europa especialmente. Aunque reconoce que algo que le gustaría poder experimentar en los próximos años es que se hagan nuevas óperas.
“Yo quisiera que se hicieran óperas modernas, de temas importantes como la guerra entre Rusia y Ucrania, que nos permitiera ver cuál es la tragedia real que vive la gente, más allá de la política, que en esa frontera se enfrentan entre ellos. Me gustaría ver más obras que hablen de nuestras realidades, porque eso eran lo que hacían los grandes compositores de la ópera”, agrega.
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CONCIERTO ESPECIAL
En compañía de la soprano María Katzarava y los integrantes del Estudio de la Ópera de Bellas Artes, proyecto que fundó el mismo Vargas, el cantante ofrecerá varias de las piezas que marcaron e impulsaron su carrera, entre la que se encuentran El rapto en el serrallo y Don Giovanni, de Mozart; Il viaggio a Reimis y La Cenerentola, de Rossini; La bohème, de Puccini; y Carmen, de Bizet, pieza que recientemente estrenó.
El concierto también contará con la participación del Coro y la Orquesta del Teatro de Bellas Artes y la dirección Coral de Luis Manuel Sánchez y orquestadora de Iván López Reynoso, con quienes el tenor mexicano ha trabajado estrechamente para ofrecer una experiencia que, asegura, será inolvidable para el público.
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