En la filmografía de Alexis Gambis los animales han sido como un hilo conductor que le permite unir la historia de sus personajes. Por eso el director francoespañol no dudó en tomar a la mariposa monarca como la guía para contar Hijo de monarcas, una película acerca de la búsqueda de identidad y la migración.
“La mariposa es una bonita metáfora porque emigra de Canadá por los Estados Unidos y llega a México, y nadie se cuestiona su origen, cada país quiere apropiársela. Me pareció muy lindo conectar al personaje a través de una monarca, pues empecé a ver esa figura en movimientos activistas donde demandaban no tener fronteras”, cuenta el director.
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Hijo de monarcas, película que tuvo su estreno dentro de la sección Next del Festival de Sundance, es protagonizada por Tenoch Huerta, un científico especializado en las mariposas monarcas que radica en Nueva York.
Tras la muerte de su abuela regresa a su pueblo, en Angangueo Michoacán, donde se siente como un extraño, mientras enfrenta una disputa del pasado con su hermano y descubre el daño ambiental que vive la localidad.
“Al final esta es la historia de un hombre que está un poco perdido, que no rechaza vivir en Nueva York pero que al volver a México tiene un tipo de alergia a este lugar diciendo ‘mira lo que hicieron de mi país, destrozaron el bosque’. Para formarse de nuevo una identidad, debe entender sobre su identidad interna y para esto hay todo un proceso científico que se da en el estudio de la mariposa monarca y cómo se forma”, explica el director en entrevista.
Antes de convertirse en cineasta, Alexis Gambis fue un científico que dedicó parte de su vida al estudio de los insectos. En un punto de su trayectoria descubrió los trabajos que se realizan alrededor de las mariposas “que están tratando de entender el color y sus patrones, me pareció interesante al igual que con la analogía de la raza y el color”, señala.
Para retratar la vitalidad de las mariposas monarcas, el realizador trabajó de cerca con el cinefotógrafo Alejandro Mejía quien realizó una fotografía de tono naturalista: “Tratamos de basarnos lo más posible en la realidad. Aunque por otro lado están los movimientos de imagen donde parece que la cámara flota como una mariposa observando al personaje”, dice Mejía.
Para darle un enfoque más cercano al aspecto científico, Alejandro Mejía trabajó con algunos científicos colaboradores de Alexis Gabis para filmar a través de un microscopio: “Conectamos la cámara al microscopio y así pudimos conseguir estas imágenes reales de las alas de la mariposa. Y son precisamente todas esas imágenes del mundo microscópico las que contrastan con el mundo macro de afuera, de la naturaleza y del estilo urbano neoyorkino”, cuenta el director de fotografía.
Hijo de monarcas contó con locaciones tanto en Angangueo, Michoacán como en la Ciudad de Nueva York. Antes de su estreno en Sundance, la película ya logró un primer reconocimiento: el premio Alfred P. Sloan que otorga la fundación homónima a películas con alguna temática científica.
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