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León, Gto. - Cañón Valle de la Independencia, también conocido como 'Las Dunas', fue el escenario de un evento histórico que quedará grabado en la memoria de miles de personas, con la presentación de uno de los artistas mexicanos más importantes, Alejandro Fernández, quien visitó Guanajuato para presentarse con gran éxito en el marco de la celebración del 41º aniversario de Tv4.
A pesar de la lluvia que amenazaba con empañar la noche, "El Potrillo" ofreció un espectáculo vibrante y emotivo que mantuvo a la audiencia cautivada de principio a fin.
El Cañón Valle de la Independencia, mejor conocido por sus paisajes desérticos y sus espectaculares formaciones naturales, fue el escenario perfecto para este magno evento.
Desde tempranas horas de la tarde, miles de personas comenzaron a congregarse en este icónico sitio para disfrutar del concierto. Las familias enteras, grupos de amigos y parejas de todas las edades desfilaron vistiendo sombreros, botas y camisas de cuadros en honor al género ranchero que Fernández representa con tanto orgullo.
A medida que el sol se ocultaba detrás de las dunas, el cielo comenzó a nublarse y las primeras gotas de lluvia hicieron su aparición. Sin embargo, ni el clima inclemente fue suficiente para apagar la emoción de las y los asistentes.
Tras unos minutos de espera, el escenario se iluminó y la ovación del público retumbó en el cañón cuando Alejandro Fernández hizo su aparición.
Con un elegante traje charro negro adornado con bordados dorados, Fernández comenzó su concierto con uno de sus grandes éxitos, "Como quien pierde una estrella", emocionando a la multitud desde el primer acorde.
La voz poderosa y profunda de “El Potrillo” resonó con fuerza en el cañón, llenando cada rincón del vasto espacio natural con su inconfundible timbre.
Durante más de una hora, "El Potrillo" deleitó a los presentes con un recorrido por sus más grandes éxitos, desde baladas románticas como "Me dediqué a perderte" y "Si tú supieras", hasta sus icónicas interpretaciones de música ranchera como "El Rey" y sus más recientes éxitos.
El artista no solo cantó, sino que también demostró su conexión emocional con su público. En varios momentos del concierto, Alejandro se tomó el tiempo para dirigirse a la audiencia, agradeciendo su lealtad y cariño a lo largo de los años.
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El punto culminante de la noche llegó cuando Fernández interpretó "Canta corazón", una de sus baladas más emblemáticas. El público, completamente entregado, acompañó al cantante coreando cada palabra. Las voces de cientos de personas se unieron en una sola, creando una sensación de comunión que trascendió el clima adverso.
Después de más de dos horas de música ininterrumpida, Alejandro Fernández cerró su presentación con un homenaje a su padre, Vicente Fernández, interpretando "Volver, volver".
El concierto culminó con un espectáculo de drones que iluminó el cielo sobre las dunas, mientras Fernández se despedía del público con un agradecimiento profundo.
