León, Gto.- “Ojala que todo fuera en las películas, en donde la gente millonaria sufre accidentes y tienen todas las comodidades, pero yo estoy consciente de mi realidad, sé que estaré así el resto de mi vida y lo único que me motiva es tener a mi familia”. Así platicó Humberto, quien hace 13 años, sufrió un accidente que lo dejó cuadripléjico y postrado en una cama. A pesar de ello, ha encontrado una forma de salir adelante y una distracción, realizando diseños de vinil en prendas y ropa.
El 10 de junio se celebra el Día Mundial de la Seguridad Vial. Su finalidad es promover la educación vial y evitar muertes en accidentes que se pudieron prevenir.
El accidente
La pasión de Humberto, era la fotografía. El 7 de junio de 2009, nunca se imaginó que la vida le cambiaría para siempre y perdería la movilidad de la mayor parte de su cuerpo.
Ese día, se dirigía a la comunidad Nuevo Valle de Moreno, a cubrir un evento de campaña de un candidato a la alcaldía de León, pero al ir manejando perdió el control del volante y volcó en el vehículo en una barranca.
Él y su compañero, resultaron heridos pero Humberto fue el más afectado, pues quedó Cuadripléjico.
Cuatro meses hospitalizado
“Recuerdo muy bien el día, perdí el control y nos volcamos, estuve consciente todo el tiempo, solo sentía como escurría la sangre de mi cabeza, recuerdo cuando llegó la ayuda y que me trasladaron a un hospital en un helicóptero, porque era una zona de difícil acceso”, relató desde su hogar.
Los cuatro meses siguientes Humberto estuvo hospitalizado, en este tiempo sobrevivió a tres paros cardíacos y uno más cardiorrespiratorio, fue inducido al coma en dos ocasiones. Su cuerpo se llenó de llagas totalmente desde la nuca hasta los talones. Él pensó que iba a recuperarse pero con el tiempo se dio cuenta de que eso no sería posible.
“Al principio creí que me iba a recuperar, pero la lesión fue muy severa y los médicos me explicaron cuál era mi situación, después me dieron de alta, porque le explicaron a mi familia, que ahí me estaba contaminando y podía agarrar una bacteria y eso sería fatal, a mi esposa le dijeron, lléveselo y que sea la voluntad de Dios”. Comentó.
En la casa de Humberto, todo cambio, se tuvo que acondicionar una habitación especial para él, su cama, sus terapias y todo lo que él necesitara. Sus hijos aún eran menores de edad y dependían totalmente de él.
Anímicamente deshecho
Humberto, recuerda que se sentía deshecho, destrozado, en su empleo le dieron pensión pero no era suficiente para mantener a sus hijos, la casa y agregar los insumos que él necesitaba para su recuperación.
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Para atenderlo, su esposa tuvo que renunciar a su empleo, ella lo bañaba y lo atendía. Pagaban hasta cuatro terapias a la semana, que les costaban más de mil pesos, pero posteriormente la señora aprehendió y ella es la que lo hace.
Con el paso del tiempo, Humberto aceptó su situación y aunque en ocasiones vuelven esos pasajes de tristeza, impotencia y desesperación, también ha tenido muchas alegrías, como el nacimiento de sus cinco nietas, una de ellas de apenas 2 meses.
“Estoy vivo de milagro, me tocaba, el destino me tenía puesta esta prueba y yo pensé que en dos años iba a estar bien, pero ya acepte mi situación, a veces estoy triste y desesperado, hemos batallado, sé que estoy destinado a vivir así, la lesión fue grave y ya no me voy a recuperar”. Expresó con la voz entrecortada.
Inicia un proyecto
En medio de su desesperación y para mantenerse ocupado, comenzó a ver los videos de personas que tienen la misma discapacidad que él. Encontró en Internet, como algunas personas se dedicaban a pintar cuadros, con los pies o la boca. Él se motivó a seguir sus pasos y aprendió viendo diversos tutoriales.
Ahora, se dedica a pintar con su boca, con pinceles y vinil, algunos estampados en gorras, playeras y sudaderas principalmente. Su trabajo lo ha dado a conocer en redes sociales y la gente ha valorado la calidad de su trabajo.
“Es una terapia emocional y ocupacional, tengo cuatro años que inicie con esto y me distraigo, no estoy pensativo ni deprimido, me hicieron esta férula con yeso, para darle peso y fuerza a mi brazo y poder tener un poco de movilidad. Con ayuda de un palillo que manejo con mi boca, escribo y tecleo”.
Reconoce que el trabajo que elabora es cansado, pero agradece que las personas quieran sus productos, pues así se mantiene ocupado. “Estoy consciente de que no me voy a recuperar, esto será para lo que me queda de vida”.
Humberto y su familia, ponen a disposición de la gente, dos teléfonos, para que pidan cotizaciones y hagan sus pedidos de gorras, playeras o sudaderas personalizadas a los números 477-80-9173 y 477332-8263, con su hija Miriam.