Irapuatenses consideran que la pandemia por Covid-19 ha afectado indirectamente a la integración familiar, ahora que recibieron la vacuna esperan recuperar lo perdido.
Y es que el miedo a contagiarse ha ocasionado distanciamiento y estrés por encierro a un nivel que ha afectado principalmente a padres de adultos jóvenes. “Tienen miedo de venir a vernos, trabajan y piensan que cuando nos visitan nos van a traer el virus. Tuvimos que cuidarnos para permanecer con la familia pero al mismo tiempo no podemos verlos, no podemos abrazarlos”.
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Gabriela Martínez, de 53 años, aprovechará el haber recibido la vacuna para con todas las medidas de precaución convivir más con sus hijos y nietos ahora que es menos probable que enferme gravemente.
“La pandemia fue y es una temporada difícil, nos afectó económicamente, familiarmente y mentalmente”, comentó.
Señaló que en su familia sufrieron de estrés por el encierro y el aislamiento, y aunque esto los ayudó a no contraer Covid, ahora siente que debe acercarse más a la familia, sobre todo a los más jóvenes.
“Nosotros, adultos, nos dicen que hagamos algo y ni modo, obedecemos, pero díganle a un niño que no puede ver a su mamá, a su abuelita o a su tío, es difícil”.
Por su parte Jaime León Rivera, un hombre trabajador del campo de 55 años de edad, piensa que las familias deberían reintegrarse pero sin desacatar las normas de limpieza y distancia que son las que en un inicio les mantuvieron a salvo.
Aunque entre los beneficiados hay diferentes puntos de vista, a todos los une el deseo de volver a estar cerca de sus familias.
“No podemos descuidarnos, hay que atender las indicaciones de las autoridades ya casi volveremos a estar juntos”.