Varios investigadores del Sistema Universitario Jesuita (SUJ) presentaron su proyecto “”Tejido social, socialidades y prácticas emergentes en México ante los desgarramientos civilizatorios”, dónde ponen en análisis la grave crisis de los derechos humanos y el drástico incremento de diferentes violencia: directas (físicas, verbal y psicológica), culturales, simbólicas y estructurales en el país.
De acuerdo con el doctor, Miguel Calderón Chelius (Ibero Puebla), el estado de Guanajuato es uno de los estados que mejor dinámica económica ha tenido durante mucho tiempo; aseguró que hay empleo, que sus ciudadanos consiguen trabajo fácilmente, sin embargo, estos empleos no tienen las condiciones necesarias de una infraestructura social.
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“Las madres que consiguen trabajo, no tienen tiempo para ver a los niños, ellas salen a trabajar y dejan a sus hijos en la casa, tampoco tienen un empleo bien remunerado, por lo tanto no alcanza y esto genera un precariedad y esto ocasiona que incorporen a más miembros en una transformación más profunda y precaria lo cual va acompañado de una descomposición social en las comunidades”, aseguró.
Agregó, que dentro de las comunidades la misma gente no se conoce, los jóvenes no tienen una dinámica de interacción con los miembros adultos, porque siempre están ausentes y no hay un acompañamiento de construir elementos de bienestar en las familias.
Por su parte, Fabrizio Lorusso (Ibero León) investigador en la desaparición forzada y colectivos de familias de personas desaparecidas, informó que su investigación forma parte de un grupo de estados; Guerrero y Guanajuato; en donde ve el tejido social del ‘famoso’ “Triángulo del Huachicol” que abarca los municipios de: Apaseo el Grande, León, Salamanca, Irapuato y Celaya.
“Las investigaciones no tienen que ver en un tema geográfico, es un tema de problemáticas, características patriarcales; ejemplo de ello es el rompimiento de territorios por la apropiación de los mismos a nivel nacional, las problemáticas con desgarramientos sociales es una investigación más teórica”, aseguró la maestra María Eugenia Sánchez Díaz (Ibero Puebla) que lleva el tema de desgarramiento civilizatorios.
Tejidos Sociales en el país.
Asimismo, José de Jesús Legorreta Cepeda (Ibero CDXM) informó que la investigación son reflexiones y un conjunto de nuevas realidades que se están enfrentando para sacar los productos y difundirlos.
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“En el país hay una serie de cosas que no son nuevas, que ahora las estamos viendo pero si miramos atrás nos recuerda mucho a Juárez y vemos que a través del tiempo seguimos repitiendo varios patrones que agotan los tejidos sociales y queremos entender porque se dan estos desajustes”.
Tiempo del estudio.
Dicho proyecto está previsto para tres años, comenzó en enero del presente año y diciembre del año 2021 quedará concluido; con varios productos que están comprometidos, coloquios, artículos, revistas y eventualmente alguna colaboración.
“Ya hay experiencias de intervención en varios lugares de la república cada una de las Iberos tiene cierta área de influencia regional entonces aprovecharemos las experiencias que ya están no solo lo que hace el sistema universitario”.
La investigación establece un diálogo entre la dimensión teórica y conceptual y las experiencias y casos en diferentes regiones del país, y busca comprender las modalidades en que se configuran los tejidos sociales con las socialidades y prácticas emergentes en México, en un contexto de violencia, ante desgarramientos civilizatorios.
