León, Gto.- Después de un verano de fuertes lluvias y vientos tan solo en este año autoridades atendieron alrededor de 35 reportes de árboles caídos en diferentes puntos de la ciudad, al paso de los años todos van quedando en el olvido a excepción del emblemático laurel que estaba ubicado en la glorieta de Mariano Escobedo y Hermanos Aldama.
Ahora la glorieta la adornan cuatro árboles pequeños, un arbusto de bugambilia que con sus sus flores color fucsia, lila o morada, anaranjada y amarilla, le da una vista de frescura pero aun así no deja de extrañarse “El árbol de la glorieta” quien fungió como hogar de aves e insectos.
La lluvia de cinco minutos
“Hasta la fecha lo recuerdo con cariño, no puedo creer que una lluvia de cinco minutos lo haya derribado porque se veía fuerte y sano”, mencionó Lucia Torres vecina del bulevar Hermanos Aldama.
Recordó que dicho árbol se encontraba amenazado por la tala ya que por la obras del Sistema Integral de Transporte (SIT), se buscaba eliminar la glorieta por el tráfico excesivo que hay en la zona.
Fue el pasado 6 de septiembre del año 2014, alrededor de las cinco de la tarde que se presentó una tromba y derribó al laurel de más de 80 años de edad, estaba por ser catalogado por el Gobierno Municipal como uno de los tres árboles monumentales de la ciudad junto con los dos de San Juan de Dios.
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Sin embargo, en ese mismo año tuvo que ser talado debido a que tres plagas lo secaron y transformaron en un riesgo para las personas.
El laurel de la india con aproximadamente 90 años fue cortado por elementos de la Dirección de Gestión Ambiental durante la administración de la alcaldesa Bárbaro Botello, la razón, el árbol tenía plaga de hongo de raíz (Ganoderma) aunque le aplicaron un tratamiento con fungicidas las termitas y el gusano se comieron el interior de la planta y tras una valoración por parte de Protección Civil optaron por retirarlo para evitar accidentes.
En su momento se valoró si de los troncos pudiera realizarse una escultura con el objetivo de rememorar a estos ejemplares como parte de la historia de León, hasta la actualidad solo queda el recuerdo.
Cabe señalar que año con año las afectaciones que dejan las tormentas van desde semáforos sin funcionar, cortes de energía eléctrica, transformadores afectados, vehículos varados y árboles caídos es porque están mal plantados o sus raíces han perdido su anclaje, muchos de ellos de especies exóticas que no se adaptan al suelo de la ciudad.