León, Gto.- En el municipio de León, existe una deliciosa tradición, artesanos y comerciantes se colocan en la Plaza Fundadores para celebrar la Feria del Alfeñique. La señora Margarita Quiñones y su familia elabora la pasta y realiza el dulce para que familias enteras lo puedan comer o colocar en sus altares para este Día de Muertos.
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Con más de 30 años como artesana y comerciante, descubrió su vocación cuando llegó de Ahuisculco un pueblo de Jalisco, y observó unos puestos establecido a las puertas de la Casa de la Cultura en ese momento le dijo a su esposo Armándo Lupevano “¡A eso me quiero dedicar!”.
Desde aquel momento Armando la apoyó y la contactó con una amiga quien la invitó a trabajar y la enseñó a elaborar pasta y algunas figuras.
“El hacer y vender dulce para mí fue lo mejor porque rescatamos las tradiciones ya que muchas de las personas que se colocan en la Plaza, solo se dedican a vender el dulce, no lo elaboran como mi familia y yo”, comentó la artesana.
Al pasar el tiempo y formar parte de la Asociación de Artesanos “Leopoldo Cárdenas”, le brindaron a su esposo quien en vida fue maestro de profesión un lugar para que Margarita hiciera su sueño realidad.
“A pesar de que las figuras se van modernizando así como los ingredientes, nosotras continuamos con lo más tradicional porque la idea de mi esposo es rescatar las tradiciones, ahora yo le estoy enseñando a mis hijos lo mismo para luchar con otras ideas que llegan del extranjero”.
Tradición Familiar
Fátima Luévano Quiñones, es la hija más pequeña del matrimonio de Armando y Margarita, ella desde pequeña veía a sus padres trabajar en el alfeñique y la pasta de limón, a los 15 se empezó a interesar en la tradición familiar y comenzó a realizar sus primeras frutitas para la vendimia.
“Yo empiezo 15 días antes de la venta con 15 kilos de pasta de limón que mi mamá me enseñó a hacer, cuando termino las frutas, las dejo secar de dos a tres días y luego las coloco en una caja de plástico para que estén listas para su venta”, comentó.
Fátima platicó que hay dos tipos de pasta: la cascada y pasta de limón, está última se prepara con azúcar glas, clara de huevo, limón y un toque de ácido cítrico; la cascada la prepara y la maneja únicamente su mamá ya que ningún integrante de la familia aun no ha aprendido a realizarla.
En cambio, la señora margarito platicó que con la pasta de casqueada maneja calaveras, gallinas, conejitos, pollitos por mencionar algunas figuras.
“Es el casqueado es una mezcla de azúcar glas, grenetina, y agua para el alfeñique duro, primero pongo en una base la pasta, la dejo secar de dos a tres días, dependiendo de la humedad, mientras más húmedo sea el clima es difícil de secar la pasta, una vez que se esté seca se pega la pasta y posteriormente se lija y el toque final es pintarla y decorarla”, platicó.
Sentada en una silla frente a una mesa con su material con un suspiro expresó que cada vez las ventas han ido bajando debido a que las personas ya no valoran lo hecho a mano y prefieren buscar otro tipo de material para decorar sus altares.
Las artesanas indicaron que a causa de la pandemia las ventas disminuyeron pero este año tienen la esperanza que familias acudan a la Plaza Fundadores a comprar para regalar, adornar o comer este dulce que es con amor.