Leoneses deben reforzar su vida de bautizo y la dignidad de ser hijos de dios para renovar su vida, así lo expresó el arzobispo de León Alfonso Cortés Contreras, durante la misa dominical desde la Catedral Metropolitana de León.
“Con esta fiesta que celebramos el día de hoy que inicia el bautismo del señor y termina el tiempo de Navidad y se abre otro tiempo intermedio que se llama tiempo ordinario hasta que lleguemos al tiempo de cuaresma que es otro periódico litúrgico importante que igual que el adviento nos preparamos con cuatro semanas de oración para celebrar la vida y muerte de Jesucristo. El hijo de Dios vivió 33 años y 30 años solamente pasó en su familia como un sacramento de estar presente en medio de su pueblo y solamente tres años lo dedicó a su ministerio público, a anunciarle al pueblo que él era el mesías, era la luz del mundo”.
Mencionó que este domingo escuchamos una lectura del profeta Isaías, que existió seis siglos antes que Jesucristo. “Isaías viene y le dice al pueblo de Israel preparen los caminos al mesías al pastor que viene a pastorear a su pueblo; y él lo presenta en medio de una costumbre litúrgica que entendía bien el pueblo, <<hágase la recta>>, él va entrar por ahí. El que va entrar en ese camino está consagrado, el que va entrar en ese camino va a ser El Salvador”.
Referente al bautismo el evangelio narra que un grupo de personas va y le pregunta a Juan Bautista ¿Eres tú el mesías?, a lo que él responde: “No, yo no soy el Mesías, yo bautizo en agua. el Mesías es aquel en que se posará el Espíritu Santo”.
Agregó, el bautismo no es un papel, en la iglesia hay muchos bautizados pero no son misioneros, hay indiferencia, la gente se bautiza, se confirma a lo mejor se casan por la iglesia, pero no son predicadores, el bautizo debe ser el principio de una nueva vida, por eso se bautiza a los niños para que los primeros días de su vida tenga la presencia de la santísima trinidad.
Por último invitó a apreciar el bautismo “El bautismo tiene una relación inmediata con el sacramento de la confesión para recuperar la gracia recibida por el bautismo y está ligado al sacramento de la confirmación donde recibimos la plenitud del Espíritu Santo”. Finalizó