León, Gto. Karla tiene 26 años y es madre soltera, al no contar con estudios más que con la secundaria, encontró trabajo como despachadora de una gasolinera pero constantemente ha sido víctima de asalto. Ya no presentó denuncia ante el Ministerio Público por lo tardado que es el procedimiento pero optó por renunciar y poner un puesto de frituras afuera de su casa.
En lo que va el mes de mayo, suman tres las veces que han asustado a Karla con un arma blanca o arma de fuego para despojar del dinero de las ganancias de una gasolinera, también sus compañeros han sufrido asaltos pero no interponen denuncias debido a que dicen perder todo el día y luego “le dan carpetazo” pero por miedo a su integridad han decidido renunciar y dedicarse a otro oficio.
En dicha gasolinera hay cámaras pero los ladrones ya son expertos, entonces no son identificados, en esta última ocasión, a la joven mujer la hirieron cerca de su glúteo y aunque en su área de trabajo hay botón de pánico, mencionó que por temor dejó su empleo porque se siente perseguida.
“Entre a trabajar como despachadora porque todos los días saco de las propinas dinero para darle de comer a mi hijo, soy madre soltera y ahora opté por poner un puesto afuera de mi casa porque uno ya no puede salir a gusto a trabajar”, indicó.
De acuerdo a esta empleada, no es la primera vez que sucede un asalto que regularmente se dan a mujeres en un horario por la tarde noche pero los hombres también son víctima de lo ajeno a cualquier hora del día.
Platicó que en algunas “gas” hay constante rotación de personal, en primera por los sueldos y segunda por la inseguridad. Las personas que permanecen son aquellas que tienen más de 10 años de antigüedad.