Cárcel por 10 años a traficantes de especies

Los animales silvestres no son mascotas, además si se venden o se adquieren sin permiso representa un delito federal que amerita multa

El Sol de León

  · lunes 27 de diciembre de 2021

Fotos: Cortesía

León, Gto.- Los animales silvestres no son mascotas, además si se venden o se adquieren sin permiso representa un delito federal tipificado como tráfico de especies, lo que implica por lo menos 10 años de cárcel y multa hasta por más de un millón de pesos, confirmó el director del Zoológico de León, David Rocha Lemus.

“Los animales llegan golpeados, deshidratados, hacinados, con deficiencia nutricional porque a veces no les dan de comer, hay varias situaciones”, explicó.

Informó que de cada 100 animales que son víctimas del tráfico de especies del país, más de 70% mueren, sólo 30% sobreviven en malas condiciones de salud, por lo que se necesita una inversión importante de recursos para poderlos recuperar.

En un recorrido que el Sol de León realizó por varias zonas del municipio, se confirmó la venta de dichos animales entre ellos, sin el permiso correspondiente en la zona conocida como el mercado negro de la Central de Abastos, inmediaciones de la zona Centro, la Línea de Fuego y otros tianguis de la ciudad donde se detectó la venta de halcones cernícalos, loros de diferentes tipos, entre otras especies.

Dijo que cuando un mercado tiene demanda o funciona cualquiera que sea, es porque hay un consumo muy importante.

“Un ejemplo muy claro son los loros mexicanos como el cachetes amarillo, el cabeza amarilla, loro frente azul, guacamaya verde y roja, de las que está prohibida su venta, importación y rexportación en México”, explicó.

Recalcó que la tenencia, la venta y la compra no autorizada es un tema muy complejo tanto de plantas como de animales, y la Ley General de Vida Silvestre es muy clara con la Norma 059 de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

“Es invitar a la gente, no es sólo de las autoridades sino de cada uno de nosotros para que seamos muy conscientes y responsables porque este tipo de actividades únicamente afectan a la fauna silvestre, porque por cada ejemplar que compran las personas de manera ilícita, existe una cadena de muertes que hizo varios ejemplares murieron en el trayecto, en la captura, en el camino”, mencionó.

De acuerdo con la Ley General de Vida Silvestre se permite una tasa de aprovechamiento de ciertas especies, pero no todas están permitidas.

“Por ejemplo muchas personas normalmente piensan que todos los pericos comen semillas de girasol, no es un alimento ideal para ellos, por eso la invitación a que se eviten este tipo de compras porque los animales silvestres no son mascotas y podemos caer en un delito que pudiera causarnos graves problemas legales”, recalcó el especialista.

Aseguró que la gente que compra este tipo de animales también pueden arriesgarse a salir heridos por ignorancia, porque son animales que se defienden y dan toda su vida para hacerlo.

En el caso de la familia de los sitacios, como guacamayas, loros, pericos, muchos son del norte del país o la gran mayoría del sureste, pero depende de las características de cada uno y de la especie porque hay una infinidad en México.

¿Cómo saber si la procedencia es legal?

Rocha Lemus precisó que para que los consumidores estén seguros de que estos animales tienen una legal procedencia, se debe emitir una nota o factura con requisitos como datos completos de la persona que lo vende, debe estar registrado ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).

En la misma factura también debe estar registrada una tasa de aprovechamiento, que se puede dar a través de varias maneras, una a través de criaderos autorizados y certificados, en segundo lugar por una tasa de extracción autorizada y en tercer lugar por una depositaría.

“Uno de los grandes problemas es la sobreexplotación humana y esto provoca que muchos ejemplares de vida silvestre también su hábitat muy fraccionado y reducido, y por ende tienen encuentros con humanos y pero los animales se llevan la peor parte”, concluyó.