León, Gto., (OEM-Informex).-En un recorrido realizado por las calles del barrio de San Juan de Dios, El Coecillo y Barrio Arriba, la situación es cada vez más palpable: casas a punto de derrumbarse, algunas de ellas habitadas por personas de la tercera edad.

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El recorrido por estos barrios revela la dura realidad que enfrentan sus habitantes y el inminente riesgo que representan estas viviendas.

Las grietas en las paredes, el olor a humedad y el notable desgaste de la construcción son evidentes a simple vista. Al pasar por el barrio de San Juan de Dios, una vecina observa preocupada las estructuras deterioradas: "Son casas que ya sólo de verlas te das cuenta que una buena tormenta se pueden caer", declaró.

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De las 45 viviendas identificadas por Protección Civil como de alto riesgo, 16 de ellas están ocupadas por adultos mayores. Un número alarmante, tomando en cuenta que muchos de ellos carecen de los medios para mantener o mejorar sus viviendas.

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Se continuó el recorrido hacia El Coecillo y Barrio Arriba. En cada barrio, la misma imagen de viviendas al borde del colapso y residentes preocupados. Sin embargo, no todo es desesperanza. La Secretaría para el Fortalecimiento Social de León, en colaboración con Protección Civil, ha comenzado a visitar estas viviendas para determinar las necesidades de los habitantes y buscar posibles soluciones.

En Barrio Arriba un gran porcentaje de cuadras enteras de viviendas, estacionamientos, edificios y comercios mantienen un desgaste constante.

Las casas de alto riesgo están registradas en una base de datos de C4, lo que permitirá una rápida respuesta en caso de un desastre. Crescencio Sánchez Abundis, director de Protección Civil, explicó que: "El reporte ciudadano nos permitirá identificar las condiciones del inmueble, su ubicación y si es necesario, requerir maquinaria para retirar los escombros en caso de un colapso".

Mientras tanto, el programa Fuerza León de la Secretaría para el Fortalecimiento Social será el encargado de atender estos casos. Sin duda, una tarea gigante para las autoridades, pero esperamos que este recorrido por las zonas de riesgo sirva como un llamado a la acción y una luz de esperanza para los habitantes de estos barrios.